Revista IECOS, 26(1), 184-186 | Enero-Junio 2025 | ISSN 2961-2845 | e-ISSN 2788-7480
Reseña de libro “Por qué fracasan los países. Los orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza”
Reseña de Dennis David Dávila Picón
Universidad de Ciencias y Humanidades, Lima, Perú
E-mail: ddavila@uch.edu.pe
https://orcid.org/0000-0002-0322-2149
https://doi.org/10.21754/iecos.v26i1.2337
Daron Acemoglu, Simon Johnson y James Robinson fueron galardonados con el Premio Nobel de Economía, como reconocimiento a destacadas contribuciones a la humanidad, por la Fundación Nobel en Suecia.
Estos economistas fueron reconocidos por sus estudios empíricos y teóricos que exploran las diferencias en la prosperidad de las naciones y por sus planteamientos de nuevas estrategias para entender la desigualdad.
El estadounidense de origen turco, Daron Acemoglu, el británico Simon Johnson, que trabajan en el MIT Cambridge USA (Instituto Tecnológico de Massachusetts), y el británico James Robinson, profesor de la Universidad de Chicago.
Aquí reseñamos “Por qué fracasan los países. Los orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza”, uno de los libros donde, Daron Acemoglu y James Robinson, exponen las causas de la prosperidad y el fracaso de las naciones. Este libro, que fue publicado en 2012, propone explicaciones alternativas a las tradicionales sobre el desarrollo económico y presenta una teoría basada en el rol que cumplen las instituciones políticas y económicas.
Sostienen que las instituciones políticas y económicas son el factor más importante para explicar la riqueza o pobreza de los países. Los autores, por un lado, identifican a las instituciones inclusivas que son las que fomentan la participación amplia de la sociedad en la economía y política, protegen la propiedad privada, permiten la innovación y promueven la igualdad de oportunidades. Por otro lado, están las instituciones extractivas, las cuales están diseñadas para beneficiar a pequeñas élites que se enriquecen a costa de la mayoría. Estas instituciones, según los autores, obstaculizan el crecimiento y perpetúan la desigualdad.
También destacan la interdependencia entre estas instituciones políticas y económicas. Así, para que las instituciones económicas inclusivas se mantengan, es fundamental que también existan instituciones políticas inclusivas. Señalan que, si las élites políticas concentran el poder, tenderán a crear instituciones económicas extractivas para beneficiarse. De esta forma, destacan, que es importante la distribución del poder político puesto que, según esta teoría, cuando el poder está distribuido de forma amplia, se promueve la creación de instituciones económicas inclusivas. Sin embargo, en el poder concentrado en sistemas autoritarios, las instituciones económicas se configuran para concentrar la riqueza y el poder en unas pocas manos.
Los autores también señalan que existen “puntos de inflexión” históricos. Al respecto, afirman que el desarrollo de las instituciones inclusivas o extractivas depende de momentos históricos críticos que alteran las estructuras de poder, los cuales se denominan puntos de inflexión. Sin embargo, en otros lugares, donde las élites logran mantener sus privilegios, impiden la creación de instituciones inclusivas.
De esta manera, ellos destacan que, dónde las instituciones tienden a reproducir su tipo con el tiempo, pueden generar círculos virtuosos o viciosos. Un círculo virtuoso, se genera en países donde existen instituciones inclusivas, en los que la innovación y el crecimiento económico fortalecen la democracia y la igualdad. En cambio, los círculos viciosos se generan en países donde existen instituciones extractivas, en los que las élites mantienen su control y perpetúan la pobreza y desigualdad.
Los autores también dan gran importancia al papel de la innovación y, lo que ellos llaman, la destrucción creativa. Explican que, para que una economía crezca, es fundamental permitir la innovación y la destrucción creativa, es decir, cuando nuevas tecnologías o empresas sustituyen a las viejas. Sin embargo, es común observar que las élites que controlan las instituciones extractivas suelen oponerse a la innovación, ya que amenaza su poder.
Con estos puntos y observaciones, los autores evidencian el fracaso de explicaciones alternativas y critican diversas teorías que intentan abordar la riqueza y pobreza de las naciones. Entre ellas, la teoría geográfica, que sostiene que el clima y los recursos naturales son determinantes de la riqueza; la teoría cultural, que sugiere que algunas culturas son más propensas al éxito económico; y la teoría de la ignorancia, que argumenta que los líderes no logran avanzar porque carecen de conocimientos. Finalmente, concluyen que las élites suelen estar al tanto de lo que deben hacer, pero prefieren conservar su poder.
En síntesis, Daron Acemoglu y James Robinson, sostienen con claridad que el éxito o fracaso de las naciones depende de sus instituciones. Los países con instituciones inclusivas permiten la participación de todos en el desarrollo económico y político, generando crecimiento sostenible. En cambio, aquellos con instituciones extractivas perpetúan la desigualdad y el estancamiento. Es por esta razón que proponen un cambio hacia instituciones más inclusivas, aunque saben bien que es esto es posible, afirman que suelen requerir luchas sociales y gran presión política. Pero, reafirman que la clave para la prosperidad no está en la geografía ni en la cultura, sino en la creación de instituciones justas y equitativas.