Revista IECOS, 25(2), 177-186 | Julio-Diciembre 2024 | ISSN 2961-2845 | e-ISSN 2788-7480
Róger Rumrrill García:
Amazonía e Interculturalidad
Entrevista: Rafael Vásquez Rodriguez
https://doi.org/10.21754/iecos.v25i2.2271
Foto: Casa de la Literatura Peruana, 2023.
Róger Rumrrill García, escritor y periodista loretano, vivió su adolescencia en diversos pueblos de la selva peruana. Hasta la fecha, ha publicado 32 libros que abordan el tema de la Amazonía desde la historia, el ensayo, la narración, el guion de cine, la poesía y el periodismo, desde una perspectiva multidimensional y holística. Su obra ha recibido diversos reconocimientos, entre ellos el Premio Casa de la Literatura Peruana otorgado por el Ministerio de Educación y el reconocimiento como Personalidad Meritoria de la Cultura Peruana por el Ministerio de Cultura, ambos otorgados en 2023. Entre sus publicaciones más recientes se encuentran el libro de cuentos Narraciones de la Amazonía, la biografía novelada Miguelina sobre la icónica y paradigmática vida de la yurimagüina Miguelina Acosta Cárdenas y la novela La Virgen del Samiria, que es parte de una saga narrativa sobre la utopía amazónica. El segundo tomo se titula Las Estirpes Amazónicas, siempre explorando el mito de la utopía amazónica instalada en la literatura de la amazonía peruana.
La novela La Virgen del Samiria nos sirve de marco en la siguiente entrevista para conversar con el autor sobre su obra y la interculturalidad que emerge de sus páginas.
Rafael Vásquez Rodríguez (RVR). El prologuista de la segunda edición de La Virgen del Samiria, el notable lingüista Gustavo Solís Fonseca, indica que eres un “Chulla Chaqui Feliz” haciendo un paralelo con la famosa frase de José María Arguedas al autodefinirse como un “demonio feliz”. ¿Quién es Róger Rumrilll para Róger Rumrrill?. ¿Es más bien un “Shapingo”?
Róger Rumrrill: Empecemos explicando el término Chulla Chaqui, que hace referencia a una deidad forestal que forma parte de la mitología indígena de la Amazonía y que sobre la cual existen dos versiones. Una de ellas la describe como un ser maligno, destructor, que roba seres humanos. La otra versión que yo planteo en mis libros representa al Chulla Chaqui como un dios ecológico y defensor del bosque amazónico desde una concepción cosmocéntrica.
Cabe señalar que en la Amazonía existen figuras similares, como el Shapingo y otros seres con distintos nombres. Además no hay que olvidar que el mundo amazónico, a diferencia del occidental y eurocéntrico, es un mundo poblado de deidades de las especies, donde cada ente de la naturaleza tiene una 'madre', reflejando una visión matriarcal: el río tiene madre, el bosque tiene madre, la laguna tiene madre, y así sucesivamente.
RVR: Además, el Shapingo es un pequeño demonio travieso que va de un lado a otro a su antojo, tal como lo ha hecho Róger Rumrrill a lo largo de su vida. Naciste en Iquitos, estudiaste la secundaria en Pucallpa, continuaste en Lima en el Colegio Guadalupe, y luego regresaste a la selva, al valle del Alto Mayo, más precisamente al centro del paraíso: Soritor[1]. Cuéntanos, ¿cómo llegaste a Soritor?
Róger Rumrrill: Un día estábamos conversando con un grupo de amigos, entre ellos el poeta César Calvo Soriano, autor de Las tres mitades de Ino Moxo y otros brujos de la Amazonía, en la ciudad del Cusco. Los estudiantes le preguntaron a César sobre su vida, y él respondió: 'Pregúntenle a él, su vida es una novela'. Y, efectivamente, el día que escriba mi vida, será una novela de varios tomos. Mi vida ha sido extraordinaria: nací en Iquitos y a los ocho meses mi padre falleció. Él trabajaba como cubicador de madera en la empresa maderera Astoria Manufacturing Company, la primera empresa norteamericana que se estableció después de que los ingleses se marcharan luego de lucrar con el negocio del caucho a fines del siglo XIX y principios del siglo XX.
Tiempo después, mi madre, viuda con tres hijos (mis dos hermanas y yo), nos trasladó a Pucallpa. Corrían los años 1939 y 1940, tiempos en que se estaba construyendo la carretera Lima–Huánuco–Pucallpa, la primera carretera de integración que conectaba la costa, la sierra y la Amazonía, inaugurada por Prado en 1942. Mi madre trabajaba en la carretera administrando un pequeño restaurante.
Mi madre murió cuando yo tenía ocho años. En su agonía, le dijo a mi hermana mayor Teresa, que tenía 12 años: 'Cásate pronto para que reúnas a tus hermanos', porque era lógico y previsible que, al morir mi madre y no tener padre, se produciría una diáspora de los hermanos, y así fue. Dos de mis hermanas se fueron a Iquitos y yo me quedé en Pucallpa con una hermana menor. Mi hermana mayor regresó dos veces a buscarme, pero yo no quería irme porque a los 14 años vendía helados y pasaba mis días en el cine “Pucallpa”, soñando con las películas del oeste y los héroes como Red Ryder y otros personajes del lejano oeste. Finalmente, un día mi hermana volvió a Pucallpa con un anzuelo: trajo una colección de libros del gran cuentista Constancio C. Vigil y me dijo, 'Si vienes conmigo, estos libros serán tuyos'. Corrí a la lancha La Libertad y así me fui a Iquitos. Había sido atrapado por los hermosos relatos del extraordinario narrador uruguayo.
Pasé un tiempo en Iquitos y luego tuve un período maravilloso. Mi hermana que era maestra rural, que se había casado con un hombre de Soritor que, al igual que ella, era maestro rural, nos llevó a vivir con ellos. En esa época, los maestros rurales, como los policías, iban de pueblo en pueblo cada año y así pasé un año en el río Itaya, otro en Bagazán, en el río Ucayali, y así sucesivamente. Esos fueron años maravillosos, los de mayor aprendizaje, porque son años en los que uno aprende de todo. Viví en contacto con la naturaleza, con los pueblos, con los ribereños. A pesar de ser un lector voraz y de haber viajado mucho por el mundo, puedo afirmar que mi mejor aprendizaje y conocimiento de la Amazonía provienen de esos años, porque aprendí a leer, a sentir, a dialogar con el gran libro de la Naturaleza, absorbiendo sus olores, sus sabores, escuchando sus melodías.
A los 20 años, me casé con una linda muchacha de Soritor, el pueblo donde vivían las mujeres más hermosas de San Martín. Luego fui a Pucallpa e Iquitos para convertirme en maestro y fue entonces cuando comenzó mi carrera literaria. Mi primer cuento lo publiqué a los 16 años, pero a los 20, ya en Iquitos como maestro, tenía un programa en Radio Nacional llamado 'Quién es quién en la cultura peruana', escribía una columna en el periódico El Oriente, el decano de la prensa loretana, y además fundé el grupo cultural Bubinzana, un grupo generacional que marcó un hito y un cambio en la visión de la literatura amazónica hasta hoy.
RVR: Luego te tenemos en París y otras ciudades más de Europa. Regresas al Perú para continuar tu obra sobre la Amazonia. ¿Cómo es esa etapa de tu vida?
Roger Rumrill: Me voy a Europa porque… bueno, ésta es una anécdota increíble. Yo ganaba 3 soles como maestro, te hablo de los años 1965. Con ese sueldo tan precario, no tenía dinero para comprarme libros. Entonces, iba a leer a la biblioteca pública municipal donde la bibliotecaria, Marcia Ríos, me prestaba libros para llevar a mi casa. Además, como escribía una columna cultural todos los días, tenía que estar bien informado del quehacer cultural tanto de Iquitos, Lima y el mundo. Así que me iba a 'solapear' (mirar las solapas de los libros) en la librería más grande de Iquitos, la librería Mosquera, que se había instalado en la época del caucho. Cuando murió el dueño, don Nemesio Mosquera, sus dos hijas heredaron el negocio. Un día, mientras estaba 'solapeando' para informarme sobre los nuevos libros que llegaban, una de las hijas que se llamaba Avia me llamó la atención:
-Oye muchacho, ¿Qué haces?, yo te veo todos los días venir a solapear libros, pero nunca compras un solo libro.
Me acerqué, le pedí disculpas. Y le expliqué por qué no compraba libros.
-Gano 3 soles y soy periodista, le dije
-¿Y qué cosa escribes?
-Lo que usted está leyendo-. Tenía el periódico en su escritorio. Me miró y me dijo: -No puede ser, eso no es posible, cómo alguien que tiene… ¿Qué edad tienes?
-20 años- respondí.
-¿Y puede escribir una columna como ésta?, yo pensaba que el autor Róger Rumrrill era un hombre de 80 años, un erudito. Bien, ahora sí puedes venir a leer todos los días. Quedas autorizado-.
Uno de esos días, y aquí termino la anécdota, lanzó un grito y dijo:
-¡Gaby!, aquí está el hombre que estás buscando-.
Miré por todos lados. ¿El hombre? ¿Dónde está el hombre?, el único hombre era yo.
-¿Quién es?- dijo la citada Gaby.
Gaby era la Dra. Gabriela Porto de Power, Directora de la Sexta Región de Educación, Decana de la Facultad de Educación de la Universidad de la Amazonía Peruana, la esposa del hombre más rico de Iquitos, la mujer más poderosa que había en la ciudad de Iquitos y quizás en la Amazonía. Me dijo:
-¿Tú eres Roger Rumrrill, el que escribe esa columna?
-Sí doctora-, respondí.
A partir de ese momento la Dra, Power se convirtió en mi mecenas y a través de mí, de otros escritores y artistas. Un día, menos de un mes después, me dijo:
-Tú te vas a París, no te puedes quedar un minuto más en Iquitos.
-Doctora, no tengo dinero para mi pasaje.
-Te compro los libros de tu biblioteca. ¿Cuántos libros tienes en tu casa?
-500.
-La Facultad de Educación te los compra.
Ése mismo día ordenó el pago. Luego le dije:
-Doctora, pero tengo un problema aún mayor que resolver. Estoy casado y tengo dos hijitas-
-¿Por qué estas casado tan joven?
Luego me preguntó:
-¿Tu esposa tiene algún título académico?
Le contesté: - Sí, Doctora. Es la mejor madre del mundo. Solo ha terminado su primaria.
Se quedó pensando unos minutos y luego me dijo con un tono firme y seguro:
-Déjame resolver este problema.
Diez días después me llamó a su despacho y puso en mis manos la Resolución Ministerial firmada por el Ministro de Educación, por la cual nombraban a mi esposa como Auxiliar de Educación del Colegio Nacional Rosa Agustina de Donayre. Me miró fijamente y me dijo:
-Ahora sí te vas a París. No quiero verte un minuto más en esta ciudad.
Así fue como me fui a París como corresponsal del diario Expreso de aquella época, el Expreso progresista. Y comenzó mi vida europea: fui corresponsal en Europa durante dos años y medio y me dí tiempo para estudiar cine y como alumno libre en la Universidad.
Quiero terminar esta parte diciendo lo siguiente: a Mariátegui muchas veces le dijeron que era un europeísta y él respondía: 'En Europa aprendí a conocer y a amar al Perú'. Yo puedo decir que en Europa aprendí a amar más la Amazonía y ahí firmé mi compromiso. Lo he dicho y lo repito muchas veces: la Amazonía no es solo un tema de estudio, de investigación, material de novela o ensayo. Es mucho mas que eso… ¡la Amazonía es mi destino!
RVR. Róger, has publicado La Virgen del Samiria que ya tiene dos ediciones y como parte de una saga. Editada por Sinco Editores y con prólogo de Gustavo Solís Fonseca, quien la describe como una novela indígena y totalizadora, en la que presentas una denuncia fundamental y una propuesta. Cuéntanos, ¿qué se esconde detrás de La Virgen del Samiria?
Róger Rumrrill: Gustavo Solís Fonseca, uno de los más destacados lingüistas peruanos especializados en la Amazonía, sostiene que La Virgen del Samiria es una novela indígena porque incorpora la utopía indígena en la literatura amazónica. Solís Fonseca la compara con las novelas de Arguedas, que también tienen el tema indígena como fondo, como leitmotiv, como el universo de su narrativa. Esta saga constará de tres tomos: el primero es La Virgen del Samiria, el segundo es Las estirpes amazónicas. Y el tercero, en el que estoy trabajando actualmente, se titula Terrabona, hacia la tierra sin mal. Como señala Ricardo González Vigil, uno de los críticos literarios peruanos más reconocidos, esta saga utópica introduce la utopía amazónica en la literatura de la región, de la misma manera que la utopía indígena se ha integrado en la literatura andina.
La novela abarca un período de 100 años y narra la historia de una familia. Es una "novela de tesis" que, además de su carácter utópico, postula que todas las actividades extractivas y el sistema mercantil en la Amazonía han sido devastadoras para la naturaleza y para las culturas y pueblos, especialmente los indígenas. En la novela, los hijos de la familia Reátegui enfrentan destinos trágicos: uno se convierte en narcotraficante otra en prostituta y así todos tienen un destino trágico.
La idea de la novela surgió en los años 90, cuando un amigo me llamó por teléfono y me pidió que escribiera sobre los impactos que sobre los ecosistemas de la reserva nacional Pacaya Samiria estaban provocando las operaciones de la compañía Texas Crude, compañía norteamericana que inició sus operaciones durante el gobierno de Fujimori.
Respondiendo la llamada de mi amigo, le pedí a Enrique Zileri, Director de Caretas donde escribía en esa época, viajar al Pacaya Samiria para escribir sobre el tema. Viajamos con un fotógrafo y como veníamos de una revista influyente de Lima, la empresa que tenía su campamento principal en “Hamburgo”, en el río Samiria, seguramente con la intención de taparnos los ojos y la conciencia, nos trataron como reyes, nos alojaron en un bunker y nos dieron un cocinero chino. Al día siguiente, en un bote cargado de alimentos que solicité para donar a las comunidades del Samiria, partimos para instalarnos en el primer campamento de operaciones de la Texas Crude.
Instalado en el campamento, mientras desayunábamos, observé un mosquitero colgado en uno de los tambos de los obreros. Le pregunté al administrador:
-¿Hay alguien enfermo en ese mosquitero?-
El administrador contestó:
-No hay nadie y seguramente alguien se olvidó de arreglar su mosquitero-
-Eso es imposible. Porque yo soy amazónico y sé que nadie en la selva se olvida de arreglar su mosquitero cuando se levanta-.
Entonces, con acento nervioso, me dijo:
-Sí, hay alguien. Está la visitadora-.
Le pedí verla y hablar con ella. Era una muchacha de 19 años, de tez color caoba, cabellos largos y negros y unos ojos de choloque profundamente tristes. Hermosa, mágica y misteriosa como la Amazonía y violada como la Amazonía de hoy. Esa noche había atendido a 60 trabajadores. Su tristeza era insondable. Así nació la novela La Virgen del Samiria. Así nació la saga.
RVR: ¿Por eso tu prologuista dice que es una gesta de conciencia y enseñanza de saberes?
Róger Rumrrill: Así es. La novela tiene historia, economía, mitos, leyendas, tiene páginas de erotismo, capítulos sobre shamanismo, es una novela totalizadora del mundo amazónico.
RVR: Además, denuncia el homicidio de la vida en su totalidad. Desde la visión limitada de la cultura occidental, el homicidio se define como matar a un semejante. Sin embargo, aquí se habla de un homicidio de la vida en general, de todo ese ciclo vital. Esto contrasta con la visión mezquina de la cultura occidental que jerarquiza la vida de los seres humanos por encima de la vida de los demás seres vivos del universo.
Róger Rumrrill: Explicándolo en términos antropológicos y científicos, lo que quiero decir es que, en la concepción indígena andino-amazónica, se tiene una visión cosmocéntrica, que es opuesta a la concepción antropocéntrica. Para el cosmocentrismo, todo está interrelacionado en un mundo biofísico; en esta visión, la naturaleza está intrínsecamente conectada con la cultura. En contraste, el eurocentrismo distingue entre naturaleza y cultura, considerándolas como entidades separadas.
Para la cosmovisión indígena, la naturaleza es vista como la madre, y como tal, debe ser respetada, amada, cuidada. Y se debe pedir permiso para utilizar sus bienes. En cambio, la concepción eurocéntrica patriarcal-colonial-occidental considera la naturaleza como un recurso económico, un insumo a ser explotado hasta su agotamiento. Este pensamiento, que se considera moderno y eurocéntrico, es el que está conduciendo al planeta a la catástrofe.
RVR: Y lo hace mediante diversos mecanismos destructivos como la explotación del caucho, la minería, la deforestación, los monocultivos, el tráfico de especies, el narcotráfico e incluso la educación cuando no es intercultural…
Róger Rumrrill: Así es. Ahora que mencionas la interculturalidad, quiero dirigirme a los estudiantes universitarios. Perú es una nación multilingüe, multicultural y multiétnica. Sin embargo, el Estado es monocultural y de origen colonial, lo que lo hace disfuncional para nuestra nación. Por lo tanto, nuestra agenda y reto en Perú es realizar una profunda reforma de este Estado neocolonial para que sea compatible con nuestra nación. Todo el racismo que afecta a nuestro país es parte de esta fractura. Tenemos que construir un estado intercultural, no solamente en la educación.
Un ejemplo de esto se ve en la justicia: el derecho aplicado por magistrados, abogados y jueces es el derecho positivo de origen romano, el monismo, que no solo no tiene nada que ver con el derecho consuetudinario de los pueblos indígenas, sino que a menudo lo ignora y desprecia.
Para ser una nación justa y equitativa, necesitamos reformar profundamente este Estado neocolonial para que sea compatible con la nación multilingüe y multiétnica que es Perú. No se trata solo de promover la interculturalidad en la educación; el Estado peruano debe ser intercultural. En Perú hay 55 pueblos y naciones: cuatro andinos (Quechua, Aimara, Jaru, Jaqaru) y 51 amazónicos. Somos el país más rico culturalmente. Por lo tanto, necesitamos que el actual Estado neocolonial se ajuste a la nación que tenemos. Mis novelas, ensayos y toda mi actividad de reflexión y creación, abordan esta inmensa y compleja realidad.
RVR: Y en la novela incluyes aspectos diversos y entretenidos como el personaje juliaqueño Tobías Mamani quien termina viviendo en la selva, el mito del jaguar como rey del bosque, la selva vista como paraíso e infierno a la vez, o el caso del jurista Antonio de León Pinelo, quien en su tesis sanmarquina planteaba que…
Róger Rumrrill: Planteaba que en el Pacaya Samiria está el Jardín del Edén: el Pacaya es el río Éufrates y el Samiria es el río Tigris de la Biblia.
RVR: Todo ello y mucho más lo encontramos en la novela La Virgen del Samiria de Róger Rumrrill, a quien agradecemos por esta entrevista, una entrevista que se convierte en un mensaje para los jóvenes estudiantes y significa para la universidad un llamado sobre la forma de educarnos en pleno Siglo XXI de cara a los grandes problemas y dilemas de la actualidad.
Entrevista de:
Ing. Rafael Vásquez Rodríguez
Universidad Nacional de Ingeniería
ORCID: https://orcid.org/0000-0001-8195-0638
Correo electrónico: rvasquezr@uni.edu.pe
[1] Soritor es distrito de la provincia de Moyobamba, San Martín. Está ubicado en medio de los feraces valles de los río Indoche, Óchique y Tónchima.