Revista IECOS, 25(2), 193-195 | Julio-Diciembre 2024 | ISSN  2961-2845 | e-ISSN  2788-7480

ECONOMIA Y RECURSOS NATURALES

Universidad del Pacífico (2004)

Reseña de Genaro Armando Rodríguez Carbajal  

Universidad Nacional de Ingeniería, Lima, Perú

E-mail: grodriguezc@uni.edu.pe

https://orcid.org/0009-0005-0275-7183

https://doi.org/10.21754/iecos.v25i2.2268

Recibido (Received): 22/07/2024 Aceptado (Accepted): 12/08/2024 Publicado (Published): 27/09/2024

El libro “La economía de los recursos naturales”, editado por el Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico y escrito por Elsa Galarza Contreras, adquiere notable relevancia en el contexto de la actual emergencia mundial frente al cambio climático (incluyendo eventos como temperaturas extremas) y las respuestas de los países y organismos internacionales al respecto. El contenido del libro destaca por su interés en vincular los recursos naturales con la economía, incorporando los fundamentos de la ciencia ambiental. La autora sustenta su análisis en cada capítulo, abordando temas sensibles como naturaleza, ecología, población, externalidades, la renta, los impuestos, el equilibrio bioeconómico, la eficiencia social, las concesiones, el derecho de propiedad, la disposición privada y estatal, así como el papel de los gobiernos, dinamizando la agenda mediante la remediación, la salvaguarda y la búsqueda de soluciones sostenibles para los problemas medioambientales vinculados a los recursos naturales.

El libro, compuesto por 291 páginas, incluye importantes gráficos, tablas y una extensa bibliografía en cada capítulo. A continuación, se presentan algunas citas destacadas:

• Página 11: “La evidencia sobre la degradación ambiental como obstáculo para el desarrollo comienza a manifestarse en la discusión internacional durante la década de 1980…”
• Página 19: “Existen muchas ideas en torno al desarrollo sostenible que no pueden ser plasmadas en su totalidad en una definición… No solo basta con mantener la biodiversidad a través de los siglos: también se deben considerar factores sociales, como el grado de cohesión de las sociedades y su inclinación a formar asociaciones responsables.”
• Página 20: “Los pobres son simultáneamente víctimas y agentes del deterioro ambiental: cerca de la mitad de los pobres del mundo vive en zonas rurales, vulnerables desde el punto de vista ambiental, y depende de los recursos naturales, sobre los cuales tienen escaso control legal, para su subsistencia.”
• Página 21: “Mientras que los países del norte están preocupados por el calentamiento global y la quema de combustibles fósiles, los países del sur, con menores ingresos, se preguntan por qué deben contribuir a solucionar un problema causado por el crecimiento industrial de sus vecinos del norte.” En la misma página se menciona: “Como los países pobres no pueden escapar de los problemas ambientales, serán ellos los primeros beneficiados de las mejoras en las condiciones de su entorno.”

Asimismo, se indica que los recursos naturales no solo se clasifican en renovables y no renovables, sino que tienen una ponderación de externalidad, en la que sus variaciones, tanto positivas como negativas, dependen de factores duraderos, agotables, sustitutos y de valoraciones a corto, mediano y largo plazo. Estos límites están marcados por el impacto agrícola debido al cambio climático, como lluvias, inundaciones y sequías; la sobreexplotación en el caso de la pesca; la deforestación de los bosques; y, de manera aún más grave, la contaminación atmosférica. Además, no se puede ignorar el impacto devastador de las guerras, como en Palestina y Ucrania, que no solo intensifican la emisión de gases de efecto invernadero, vulnerando tratados, acuerdos y límites de uso, sino que también plantean el riesgo del empleo de armas nucleares con graves repercusiones humanitarias a nivel mundial.

Incorporar los acontecimientos recientes es fundamental para tomar mayor contacto con la cruda realidad de un país que, a pesar de la riqueza de sus recursos naturales en tierra, agua y bosques, enfrenta un estado de postergación en su capacidad para añadir valor a cada uno de estos recursos y para implementar soluciones viables en un escenario que estamos llamados a mejorar, tanto en la comprensión como en la validez de las soluciones factibles y duraderas. Soluciones que son urgentemente necesarias, pero para las cuales aún no se cuenta con la capacidad de atención directa y efectiva. Estas soluciones son evidentes y la rica experiencia las respalda: paz y fin de las guerras, salud, educación, empleo, renovación y conservación de los recursos naturales, así como ciencia, tecnología e innovación al servicio de los pueblos.

El libro que estamos analizando muestra que el actual escenario de cambios climáticos requiere un análisis más amplio y profundo, utilizando los medios que la ciencia y la tecnología disponen hoy en día. Por ello, las disciplinas profesionales que observan y orientan estos fenómenos deben considerar las raíces geológicas, químicas, económicas, sociales y, en última instancia, políticas de estos cambios.

La actualización del libro “La economía de los recursos naturales”, cuya primera edición data de 2004, y su ampliación en el ámbito académico se vuelven indispensables para abordar, con la capacidad necesaria, la interrelación entre la economía, la naturaleza y el desarrollo social, y, en consecuencia, con el bienestar de la población mundial. En resumen, es una propuesta para una comprensión común entre la naturaleza y el desarrollo humano.