Revista IECOS, 25(1), 94-110 | Enero-Junio 2024 | ISSN  2961-2845 |  e-ISSN  2788-7480

EL CRECIMIENTO DE CHINA Y LA TRAMPA DEL INGRESO MEDIO EN LATINOAMÉRICA

CHINA'S GROWTH AND THE MIDDLE INCOME TRAP IN LATIN AMERICA

Jhon Valdiglesias Oviedo

Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú

E-mail: jvoysa@gmail.com

https://orcid.org/0000-0001-5847-213X

https://doi.org/10.21754/iecos.v25i1.2119

Recibido (Received): 07/02/2024 Aceptado (Accepted): 18/03/2024 Publicado (Published): 31/03/2024

 

RESUMEN

El objetivo principal de este artículo es identificar los factores que explican las disparidades en el PIB per cápita entre las economías de América Latina y la economía de China, especialmente considerando el notable crecimiento económico de esta última en contraste con el estancamiento experimentado por los países latinoamericanos, que se encuentran atrapados en un ingreso per cápita estimado como de mediano nivel. Para alcanzar este objetivo, se emplea un modelo econométrico utilizando el método de panel data, utilizando principalmente indicadores de desarrollo disponibles en la base de datos del Banco Mundial. Los resultados obtenidos revelan que la calidad de las instituciones constituye un factor determinante en las disparidades económicas entre las economías mencionadas, resaltando las mejoras institucionales observadas en China en los últimos años. Como resultado de nuestras conclusiones, se recomienda que los países de América Latina consideren la implementación de estrategias institucionales similares a las que han permitido a China superar los factores críticos que inhibían y limitaban su ingreso per cápita.

Palabra claves: Crecimiento económico, PBI per cápita, trampa del ingreso medio, calidad institucional.

ABSTRACT

The main objective of this article is to identify the factors explaining disparities in GDP per capita between Latin American economies and the economy of China, particularly considering the remarkable economic growth of the latter contrasted with the stagnation experienced by Latin American countries, which are trapped in what is known as the "middle-income trap." To achieve this objective, an econometric model is employed using the panel data method, primarily utilizing development indicators available in the World Bank database. The results obtained reveal that institutional quality constitutes a determining factor in the economic disparities between the mentioned economies, highlighting the institutional improvements observed in China in recent years. As a result of our conclusions, it is recommended that Latin American countries consider implementing institutional strategies similar to those that have enabled China to break free from the "middle-income trap."

Key words: Economic growth, GDP per capita, middle income trap, institutional quality.

 

1. INTRODUCCIÓN

En las últimas décadas, uno de los principales impulsores del crecimiento económico chino ha sido una estrategia aparentemente simple: la construcción de viviendas. Este fenómeno se refleja en el continuo proceso de urbanización que incrementa año tras año. Pero, esta construcción a gran escala superó, sobre todo en las primeras décadas luego de la política de apertura en 1978, a otros factores de crecimiento económico como la inversión extranjera, la innovación nacional o la marketización de activos estatales que pasaron a ser privados (CEPAL, 2014).

Ciertamente, este pragmatismo chino ha llevado al aprovechamiento de una estratégica tan simple para la construcción de importantes infraestructuras; tales como ciudades enteras, rascacielos, caminos, carreteras, vías férreas, entre otras. Además, se ha capitalizado la acumulación de experiencia en la construcción de infraestructura pública por parte de empresas privadas y estatales (Shi, 2019). Esto se retroalimenta con otros aspectos, como la industrialización, la construcción de infraestructuras adicionales como puertos o aeropuertos, así como la erradicación de la pobreza, entre otros.

En 2015, el presidente Xi Jinping proclama la implementación de la “nueva normalidad” de China, donde China deja de depender en gran medida del comercio internacional para fortalecerse internamente en aspecto como consumo interno, clases medias, infraestructuras tecnologías, etc. Con ello, el crecimiento económico, se desacelera desde un nivel de 10% en décadas anteriores a niveles entre 6% a 5%; inicialmente (Shi, 2019). Ello permite un desarrollo más estable y con menor vulnerabilidad a los choques externos.

Por su parte, los países latinoamericanos presentan enormes déficits de infraestructura; incluso para el abastecimiento de servicios básicos como agua, saneamiento o acceso energía a la energía eléctrica. Los cuellos de botellas para el crecimiento económico justamente tienen como explicación ese déficit de infraestructura. La falta de ordenamiento territorial como base para el desarrollo es un reflejo de la debilidad institucional y gobernabilidad predominante en los países de la región (Creutzfeldt, 2019).

América Latina tiene una gran oportunidad para aprovechar las oportunidades que ofrece la iniciativa de la 'franja y la ruta'. Esta última consiste en la construcción de infraestructura por parte de empresas estatales y privadas chinas en los países que forman parte de este acuerdo y también constituye una ruta de integración; sobre todo para incentivar el comercio (GREFI, 2020). El Puerto de Chancay en Perú, la compra de activos mineros como el litio en Bolivia y Argentina, y demás proyectos en la región constituyen parte de esta iniciativa china.

Como factor determinante que explica las divergencias en los resultados entre estas dos economías, se destaca el tipo de modelo de desarrollo. En el caso de América Latina, prevalece un sistema liberal cuyas bases se remontan al Consenso de Washington de la década de 1990, mientras que anteriormente se adoptaba el modelo de industrialización por sustitución de importaciones (Valdiglesias, 2022). Sin embargo, las principales diferencias con el modelo chino, no es en el tipo de modelo puesto que ellos también han pasado una fase industrialización y liberalización; sino en la forma como se implementa en el país asiático.

Siguiendo a He (2019), el sistema político chino se caracteriza por una falta de democracia y un fuerte pragmatismo que se centra en alcanzar metas de crecimiento económico. Existe un sistema político cohesionado con un liderazgo del Partido Comunista Chino; donde la población no elige a sus representantes; sino hay una selección al interior del partido de los máximos líderes de dirigen el país. Existen planes a largo y a muy largo plazo. Por su lado, el gobierno cuenta con legitimidad y apoyo social.

En el caso de China, predominan los objetivos económicos, mientras que en América Latina se buscan simultáneamente diversos objetivos, tales como los económicos, políticos, entre otros. La forma en centrarse en objetivos económicos para el primero ha caracterizado un sistema con ausencia de reformas políticas e instituciones democráticas; pero a pesar de ello se cuenta con una impresionante estabilidad política que ha sido la base para su crecimiento de económico en las últimas décadas.

En el ámbito latinoamericano, se observa una gran inestabilidad política, económica y social, así como un bajo rendimiento en las tasas de crecimiento económico a lo largo del tiempo. Los gobiernos carecen de legitimidad de sus sociedades; a pesar de que existe un sistema político donde los mismos ciudadanos eligen a sus autoridades periódicamente. Los partidos políticos latinoamericanos son muy débiles y los indicadores internacionales reflejan aumentos consecutivos en los índices de corrupción.

La falta de un sistema democrático en China y ausencia de la sociedad civil ha llevado a construir otras instituciones con los think tanks que ayuden en la sostenibilidad del sistema político y el crecimiento económico en el tiempo (Fan, 2019). Los think tanks son organismos independientes del gobierno que se dedican a diseñar y proponer políticas públicas. Ello en la línea de cumplir con los objetivos económicos. En este sentido, se espera la ausencia de un sistema democrático, pero al mismo tiempo la satisfacción de las necesidades económicas de la población china, e incluso están logrando la eliminación de la pobreza.

2. ANTECEDENTES

China recibe constantes críticas y presiones internacionales por su modelo de desarrollo. Se le cataloga como una dictadura que no respeta los derechos humanos y contamina el medio ambiente. Una respuesta reciente por parte de los políticos chinos es que han superado la etapa de economía pobre y ahora cuentan con los recursos necesarios para satisfacer las necesidades económicas y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

Una forma pragmática de expresar la situación descrita anteriormente es mediante la frase: 'No importa el color del gato, sino que cace ratones', haciendo referencia a la necesidad de generar ingresos suficientes para sacar a los ciudadanos de la pobreza. Ahora se propone que “el gato tiene que ser verde”; lo cual significa que China ya no necesita seguir contaminando o tener un sistema muy estricto; por el contrario, ahora que se cuentan con los recursos necesarios, se debe invertir en procesos de producción verdes, así como ciudades y áreas verdes en favor del bienestar social. 

En la esfera social, China cuenta con un robusto sistema de seguridad social; lo cual lo ha ido diseñando y copiando del sistema universal de Inglaterra; así como de otros sistemas. Esto refleja la posición de China de colocarse como un alumno que aprende de las experiencias de otros países y de qué manera puede aplicarlo de la mejor manera a su realidad. En donde los jubilados cada vez reciben más beneficios; y, donde el sistema es mixto con mayor participación de cooperativas privadas. Aunque está enfrenta el gran desafío del envejecimiento de la población china (Zheng, 2019).

En América Latina se ha observado un aumento en los niveles de pobreza en algunos países, especialmente debido a la presencia de la pandemia causada por el Covid-19. Sin embargo, incluso después de esa etapa, los retrocesos en este aspecto persisten. Ello se debe al tipo de vulnerabilidad característicos en la región; donde las familias retornan y salen de la pobreza en función al ciclo de la economía y las fuertes dependencia de las turbulencias externas. En lo que respecta a la seguridad social, la región se encuentra muy rezagada respecto a estándares socialmente aceptables más bien la fuerte informalidad origina que muchos empleados no cuenten con seguro social para las edades donde ya no puedan trabajar.

Aunque el sistema político chino, con el respectivo liderazgo del Partido Comunista Chino, está dirigiendo esfuerzos hacia la construcción de una institucionalidad para hacer que el crecimiento económico sea más sostenible (Wang, 2019), en este contexto se destaca la promoción del Estado de Derecho. Este enfoque busca limitar el poder del presidente para asegurar que este no tenga más autoridad que la ley, y para restringir el poder del partido. Esta iniciativa se enmarca dentro de la fase más reciente de la nueva era del pensamiento del presidente Xi Jinping.

Asimismo, en China hay una lucha muy feroz contra la corrupción. El partido ha dispuesto en elevar el rango por encima del nivel ministerial a una agencia policial encargada de la lucha contra la corrupción. Esta se encarga de hacer seguimiento a las reuniones de todos los funcionarios públicos con agentes privados. También se ha logrado un hecho sui generis en el que ciudadanos chinos de algunas provincias ha hecho denuncias formales contra actos de corrupción; lo cual es nada usual en una sociedad con escasa participación política de sus ciudadanos.

Por otro lado, en América Latina se observan retrocesos en aspectos como el Estado de derecho y el control de la corrupción. Los indicadores del Banco Mundial muestran un aumento de la corrupción en los países latinoamericanos, que va en aumento. Además, el incumplimiento de las normas por parte de los ciudadanos y la debilidad institucional, que no permiten el cumplimiento de las normas, reflejan este problema crónico en la región latinoamericana.

Según Huang (2019), la economía china ha experimentado diversas etapas de transformación en sus procesos de producción. Al inicio de la política de apertura en 1978, el país se centró en la exportación de recursos primarios. Posteriormente, se intensificó la exportación de productos manufacturados, comenzando con textiles y alcanzando casi el 100% en productos manufacturados. Conforme al plan "Made in China 2025", el país asiático busca lograr la autosuficiencia tecnológica. En la actualidad, se observa un posicionamiento global de marcas chinas.

Las estadísticas del Fondo Monetario Internacional (2023) proyectan que China continuará liderando las tasas de crecimiento de la mayoría de las economías en vías de desarrollo. Por otro lado, las economías de América Latina muestran una gran volatilidad en sus tasas de crecimiento, con retrocesos notables en países como Venezuela, Argentina y México, entre otros. Se estima que en unos años, China superará a los Estados Unidos para convertirse en la primera economía del mundo. Mientras tanto, los países de América Latina se encuentran atrapados en lo que se conoce como la "Trampa del Ingreso Medio".

China busca mantener sus tasas de crecimiento elevadas mediante su iniciativa de la "Ruta de la Seda" (Nedopil, 2023). Desde 2013 hasta 2023, los capitales chinos han invertido alrededor de 1 billón de dólares en la construcción de infraestructuras como carreteras, ferrocarriles, puertos, aeropuertos, proyectos mineros, plantas de energía eléctrica y, más recientemente, en la producción de energías renovables. Esto abarcado un total de 121 países que se han adherido a esta iniciativa; incluyendo países como Costa Rica, Chile, Panamá, Perú, entre otros.

Un aspecto relevante en el ámbito internacional que involucra a estas dos economías es la Guerra Comercial entre China y Estados Unidos, la cual comenzó en 2018 y ha continuado, como se esperaba, generando conflictos en las inversiones y las áreas tecnológicas. En efecto, esto ha traído impactos negativos en el proceso de desarrollo tecnológico de China, que no ha podido importar semiconductores avanzados desde Estados Unidos y se encuentra en la búsqueda de otros proveedores, así como del autoabastecimiento. Por su parte, América Latina es víctima de un menor crecimiento global producto de la guerra comercial; a través de las cadenas de valores globales que avanzan con mayor lentitud y retrasa el crecimiento. Sin embargo, hay algunos países que se han beneficiado como es el caso de México; quien no solamente puede vender más productos al mercado estadounidense; sino que también se ha beneficiado del nearshoring; es decir, de empresas que ha salido de Asia para instalarse e invertir en territorios mexicanos.

A pesar de todo ello; las proyecciones siguen asegurando que China se convertirá en la principal potencia mundial; aunque con menor velocidad. De la experiencia China, los países de América Latina deben asumir dos aspectos importantes. Un primer aspecto es el pragmatismo para centrarse en objetivos económicos; así como el consenso entre líderes políticos para contar con una estabilidad política que favorezca las inversiones tanto públicas como privadas.

Los planes a corto, mediano y largo plazo, así como el respectivo seguimiento, es otro aspecto relevante pero ausente en la región latinoamericana. Ésta se caracteriza por la falta de continuidad en sus políticas. La gradualidad del sistema político chino contrasta con las experiencias Big Bang en América Latina. Esto último significa que en esta región sólo se hace reformas por grandes paquetes de políticas cuando se está frente a una fuerte crisis económica o política. Ello debido a la ausencia de reformas constantes; así como de una clase política que monitoree.

Como consecuencia, el PIB per cápita de los países latinoamericanos muestra avances y retrocesos, lo que se traduce en un estancamiento a lo largo del tiempo. Por otro lado, hace algunas décadas, el PIB per cápita de China estaba considerablemente por debajo del promedio de América Latina, especialmente durante la política de apertura en 1978. Sin embargo, en los últimos años, el PIB per cápita de China ha comenzado a superar al PIB per cápita de los países latinoamericano. Es importante destacar que un fenómeno similar ocurrió con las economías de los "Tigres del Asia", como Corea del Sur, Taiwán, Singapur y Hong Kong.

Por tanto, se espera que China siga creciendo, de manera similar a la de sus países vecinos y no encontrarse en la trampa del ingreso medio. Por su parte, la evidencia en América Latina confirma que los países que forman parte de esta región se encuentran atrapados en esa trampa. En efecto, para escapar de ella se requieren reformas que solucionen problemas estructurales; y, que muchas de ellas pudieran encontrase dentro de los aspectos pragmáticos del modelo de desarrollo chino. Cabe destacar que los políticos chinos también importando muchas políticas de occidente y la aplicado a su realidad de forma adecuada y gradual.

La predicción de que China no se encuentra en la trampa del ingreso y que su PBI per cápita seguirá creciendo, se sustenta en la experiencia de sus países vecinos conocidos como los “Tigres Asiáticos”: Corea del Sur, Taiwán, Singapur y Hong Kong, junto con Japón, implementaron estrategias parecidas a las que actualmente se observa en China. Los teóricos de la Universidad de Sussex han categorizado estas estrategias del modelo ‘development state’. Otros académicos han incluido a economías de otras regiones como Israel y Alemania; quienes también han escapado de la trampa del ingreso medio con estrategias estatales. Por tanto, existe una cantidad considerable de evidencias a favor del desarrollo latinoamericano.

 

3. METODOLOGÍA

La principal fuente de información proviene de los indicadores de desarrollo obtenidas de la base de datos del Banco Mundial (s.f.-a). De esta manera se obtienen resultados, en cuanto a la importancia del comercio internacional en la economía china, el proceso de urbanización, la eliminación de la pobreza y los límites del ingreso en este caso para América Latina.

En lo que respecta al modelo, no hemos basado en la metodología de Cárdenas (2010); quien compara la capacidad de los estados de los países de América Latina y el este asiático. En este modelo, la variable endógena es el crecimiento económico que, junto con las variables de control, también proviene de base de datos señalada en el párrafo anterior. Mientras que las variables independientes relacionadas a la calidad de las instituciones de Estado proviene del Worldwide Governance Indicators, también proveniente del Banco Mundial (s.f.-b).

El modelo es el siguiente:

Donde: EG es el crecimiento económico, América Latina, China y América Latina*China son dummies; mientras que VC es el vector de variables de control. Este vector intenta capturar las variables del modelo básico de Solow que son fundamentalmente el capital y el trabajo. Con respecto a la variable capital se tienen como instrumentos el acceso a la electricidad que tiene que ver con el proceso acceso a consumo en el sistema capitalista chino; asimismo, la teoría de Solow predice una relación negativa entre el tamaño de la economía y el crecimiento económico; es decir, mientras más grande el PBI per cápita el crecimiento es menor. Por el lado de la variable fuerza laboral, se utiliza como instrumento el desempleo, por lo que se espera que el signo sea también negativo. El uso de estos instrumentos depende de la disponibilidad, para todos los países, de la base de datos del Banco Mundial.

La metodología consiste en el uso de un panel data que abarca el periodo desde 2013 al 2022; que abarca los 10 últimos años disponibles en la base de datos del Worldwise Governance Indicators’. Es importante destacar que a partir del 2013, año en que empieza el gobierno de actual presidente Xi Jinping, los indicadores de gobernanza en China aumentan considerablemente; por ejemplo, los indicadores control a la corrupción y Estado de derecho mejoran considerablemente. Esta variabilidad en las estadísticas permite falsear de manera más efectiva las hipótesis de investigación. Esta información será procesada en el software Stata. Se hace una comparación entre efectos fijos y efectos variables; comparando el Xi cuadrado de ambos modelos para verificar cual es más significativo. Esto constituye un procedimiento siguiendo criterio de la prueba de Hausman para obtener el mejor modelo posible en panel data.

 

 

4. RESULTADOS Y DISCUSIONES

En la figura 1 se observa una caída en la importancia del comercio internacional respecto al PBI de China a partir del 2006. Para ese año se llegó a un porcentaje máximo de 65%; mientras que vino creciendo desde el año 1960 (fecha desde cuando se cuenta con información disponible) cuando tuvo un valor de apenas 9%. Los principales aumentos se dan en los primeros años de la década del 2000. En el 2015, año en el que se implementan cambios en la gestión económica de China, se tuvo un porcentaje de 39%; aunque significó una caída importante respecto al año anterior cuando fue de 45%. Antes de la implementación de ese enfoque ya venía cayendo la importancia del comercio internacional en la economía China.

Figura 1

PBI de China 1960-2020 (%)

Gráfico, Gráfico de líneas

Descripción generada automáticamente

Nota. Información tomada del Banco Mundial, World Development Indicators, s.f.-a.

Estos resultados contrastan con los de Shi (2019), quien enfatiza que la política implementada por el presidente Xi Jinping, desde el sistema político chino, determinó un cambio estructural en la economía de ese país; impactando en los factores que determinan la productividad y el crecimiento económico. Sin embargo, los resultados muestran que la economía china ya se venía comportando de determinada manera y que el enfoque de la nueva normalidad fue una formalidad del modelo de desarrollo chino a la realidad económica. Ciertamente la teoría de crecimiento de Solow predice que cuando las economías se hacen más grande las tasas de crecimiento económico deben reducirse por defecto.

La figura 2 muestra el exponencial crecimiento de la urbanización en China. En este caso, se apreció un impulso desde 1978, año en que se implementó la política de apertura. Asimismo, hubo importantes montos de ingresos de inversión extranjera y se generaron excedente para el gobierno; los cuales fueron invertidos en construcción de infraestructuras como viviendas. En el paso del campo a la ciudad fue un importante proceso para eliminar la pobreza. En el 2011, por primera vez, mas del 50% de la población ya reside en zonas urbanas. La tasa de crecimiento anual de urbanización llega a alrededor del 2% en promedio.

Figura 2

China: Población urbana 1960-2020

Gráfico, Gráfico de líneas, Histograma

Descripción generada automáticamente

Nota. Información tomada del Banco Mundial, World Development Indicators, s.f.-a.

Estos resultados son similares a los expuestos en la publicación de la CEPAL (2014). En este último se detalla la estrategia del gobierno chino, que cubre la construcción de infraestructura para el acceso a los servicios básicos como agua, saneamiento o electricidad. Asimismo, se contrasta con el tipo de política que existe en la región latinoamericana, donde el Estado tiene una participación menos desarrollista. Como consecuencia, en esta región predomina bajas condiciones en la vivienda; partiendo de una falta de ordenamiento territorial. La velocidad con la se construyen vivienda en China también es importante de resaltar.

En la figura 3, como en el año 2020, el gobierno cumple una de sus metas: eliminar la pobreza total, de acuerdo a lo registrada en la base de datos del Banco Mundial. Como ha sido mencionado el proceso de urbanización ha permitido sacar de la pobreza a muchos ciudadanos chinos que vivían en el campo; pero que las ciudades los recibieron con empleo, viviendas y servicios públicos; todo ello de manera planificada desde el gobierno. Otro instrumento en la eliminación de la pobreza ha sido el impulso del sector manufacturero que ha absorbido importantes cantidades de fuerza laboral.

Es importante destacar que todavía persiste la pobreza extrema; que es más difícil de eliminar y que se encuentra en el campo y en las zonas de montañas más alejadas. El gobierno chino ha implementado programas sociales para este sector; así como a jubilados, viudas y demás sectores vulnerables de la sociedad. Aunque el porcentaje de pobreza extrema es poco; en términos absolutos, es abrumador; dado el gran tamaño de la población china.

Figura 3

China: Disminución de la pobreza 2000-2020 (%)

Gráfico, Gráfico de barras

Descripción generada automáticamente

Nota. Información tomada del Banco Mundial, World Development Indicators, s.f.-a.

Estos resultados también son congruentes con los de Zheng (2019); quien destaca la eficacia del gobierno chino en la reducción de la pobreza; pero que queda como reto solucionar los problemas de los sectores más vulnerables del país asiático como la pobreza extrema, los jubilados, etc. A su vez, este autor destaca la implementación de programas sociales por el presidente Xi Jinping. También se destaca el serio problema de envejecimiento de la población que afecta el crecimiento económico de China y el financiamiento del gasto social.

La figura 4 es muy elocuente al contrastar el estancamiento de los países latinoamericanos en sus niveles de ingresos por décadas, respecto al crecimiento casi exponencial del PBI per cápita que presenta China. Las estadísticas se presentan desde 1990 cuando América Latina presenta un valor alrededor de US$ 6000 (constantes del 2015); mientras que en el 2022 se mantiene en un valor alrededor de US$ 8000. Para ese mismo periodo de tiempo, China eleva su PBI per cápita desde un valor de US$ 905 en 1990 hasta US$ 11 560 en 2020; es decir, un considerable aumento de más de 1000%.

Figura 4

China y Países Latinoamericanos: PBI per cápita 1990-2022 (US$)

Gráfico, Gráfico de barras

Descripción generada automáticamente

Nota. Información tomada del Banco Mundial, World Development Indicators, s.f.-a.

Estos resultados son consistentes con las afirmaciones de He (2019); quien explica al sistema político como determinantes para el cumplimiento de los objetivos económicos como el crecimiento económico. En esa línea, la estabilidad política, el liderazgo del Partido Comunista Chino; así como la legitimidad de las autoridades han servido de base para un crecimiento exponencial del PBI per cápita. Ello sugiere que China no se halla en la “trampa del ingreso medio” como sí sucede en los países latinoamericanos. Por el contrario, tendría una senda similar a los otros países cercanos, quienes anteriormente tenían un desempeño económico inferior al de los países latinoamericanos; pero que actualmente cuentan con estándares desarrollados.

Partiendo del sistema político, la construcción de la institucionalidad en China, tales como la lucha contra la corrupción, el Estado de derecho o la estabilidad política, buscan asegurar un crecimiento económico más sostenible en el tiempo. De esta manera, la discrecionalidad de los líderes chinos se ve restringida por un mejor funcionamiento de las instituciones. En ese sentido, la institucionalidad constituye un determinante relevante que explica las divergencias vistas en el presente artículo entre las economías de América Latina y China.

En la tabla 1 se presenta al crecimiento económico como variable endógena; mientras que se confirma la hipótesis que la variable América Latina aporta de manera negativa en el crecimiento de total de países de la muestra con un coeficiente de -0.689 con una significancia del 5%. Este efecto negativo de esta región proviene de la baja calidad de sus instituciones como son altos niveles de corrupción, falta de cumplimiento de las normas, inestabilidad política, etc. Ello sin duda constituye las causas de su ubicación en la trampa del ingreso medio.

Tabla 1

Modelo econométrico del crecimiento económico de China y países Latinoamericanos  (variables dummies)

Tabla

Descripción generada automáticamente

Nota. *, **, ***; son significancias 10%, 5% y 1%; respectivamente.

 

Por su parte, el efecto de la variable China como dummy es también significativa; pero con mayor robustes al 1%, con u coeficiente de 1.166. Ello se explicaría principalmente por la sorprendente estabilidad política en el país asiático con un liderazgo del Partido Comunista Chino; así como con una fuerte legitimidad. Asimismo, el gran avance en la lucha contra la corrupción, reconocido internacionalmente como uno de los mayores logros del actual presidente chino Xi Jinping. El Estado de derecho o cumplimiento de las normas también aporta de manera importante.

También se combinó el efecto conjunto de una dummy combinando América Latina y China es la muestra; obteniendo un efecto positivo. Ello sugiere la predominancia de efecto de china; dado su rápido crecimiento económico; así como sus avances en la calidad de sus instituciones. A manera, de recomendación, los países de América Latina pueden diseñar e implementar políticas que fortalezcan la institucionalidad, teniendo como referencias la lucha contra la corrupción, el Estado de derecho y la estabilidad política.

 

 

5. CONCLUSIONES

La principal conclusión del presente artículo es que la divergencia del ingreso medio de los países latinoamericanos y de China, se explica por la calidad de las instituciones en las que se basan ambas economías. Los líderes políticos chinos se centran en objetivos económicos como el crecimiento de su economía; mientras las reformas políticas están ausentes; dado una impresionante estabilidad política y legitimidad. Al mismo tiempo, estos líderes han empezado el fortalecimiento y construcción de su institucionalidad; empezando a dar un paso al costado, limitando su poder en busca de asegurar un crecimiento económico sostenible en el tiempo.

En el caso de los países de América Latina, la fuerte inestabilidad y retrocesos en el PBI per cápita, se debe a la débil institucionalidad. Ello determina su actual situación, encontrarse en la “trampa del ingreso medio”, de cual parece no poder escapar sin fuertes reformas. En ese sentido, el modelo asiático ofrece pistas que pueden ser muy útiles para el desarrollo de esta parte del hemisferio. En esa línea, se sugiere intensificar la lucha contra la corrupción, fortalecer el Estado de derecho y contar con una estabilidad política que sea de base efectiva paras las inversiones y el crecimiento económico.

Entre las limitaciones del presente estudio se tiene la falta de información relacionada a las variables de control para todos los años y todos los países dentro de la base de datos del Banco Mundial. Esta base de datos se actualiza constantemente, por lo que se espera encontrar información disponible para mejores variables de control, que capturen los efectos de las variables trabajo y capital, establecido en la teoría de crecimiento económico de Solow. De esta manera, con mejores variables de control, los resultados en el proceso de falsación de las hipótesis serán más robustas; es decir, el impacto de la calidad de las instituciones del Estado en el crecimiento económico de China y América Latina.

 

REFERENCIAS

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