Entrevista

Milagros Flores Román

Milagros Flores Román. Historiadora de la isla caribeña de Puerto Rico. Presidenta del Comité Científico Internacional sobre Fortificaciones y Patrimonio Militar (Icofort).

Archivo fotográfico Milagros Flores Román, 2017.

Historiadora. Presidenta del Comité Científico Internacional del Icomos sobre Fortificaciones y Patrimonio Cultura. Miembro del Grupo de Trabajo del Icomos para Cambio Climático.

Sirve como consultora y experta en Fortificaciones del Caribe para la Unesco, Icomos e Icofort. Coordinadora y coautora de la Carta de Icofort sobre fortificaciones y patrimonio relacionado. Guía para la protección, conservación e interpretación.

Entrevista: Arq. Roberto Samanez Argumedo

Nombre del entrevistado: Milagros Flores Román

Fecha: 4 de octubre de 2019

Entrevista por el Dr. Arq. José Hayakawa Casas

JH: Buenas tardes doctor Flores, ¿cómo está?

MF: Buenas tardes, gracias.

¿Cuál fue su formación académica en el campo del patrimonio construido?

Mi formación académica es en Historia, con especialidad en Arquitectura Militar. Cursé estudios de maestría en Historia del Arte en la Universidad de Navarra, en Pamplona. Luego, continué estudios doctorales en Antropología e Historia en la Universidad Complutense de Madrid. Mis investigaciones académicas fueron sobre la arquitectura militar colonial en Puerto Rico, en particular las fortificaciones de San Juan de Puerto Rico durante la época colonial, entre los siglos XVI al XIX.

Esta formación me sirvió de base para que me seleccionaran como historiadora en el Servicio Nacional de Parques de los Estados Unidos, agencia federal que maneja su Sistema de Parques Nacionales. Justamente, las fortificaciones coloniales en la ciudad de San Juan de Puerto Rico son la única unidad de este sistema federal en la isla de Puerto Rico y reciben el nombre de Sitio Histórico Nacional de San Juan. Este último comprende las fortificaciones del castillo San Cristóbal, el castillo San Felipe del Morro, además de tres cuartos de los lienzos de las murallas que rodean el casco histórico de la ciudad, junto con sus bastiones con garitas y casas de pólvora. Incluye también las obras exteriores del castillo San Cristóbal, con su fortín del Abanico y las baterías Santa Teresa y Trinidad, todas defensas localizadas dentro de la antigua ciudad colonial de San Juan y por la parte de extramuros.

Asimismo, se considera al fuerte San Juan de la Cruz, conocido como El Cañuelo, como la única fortificación ubicada fuera del islote del Viejo San Juan, en la isla de Cabras, en el extremo oeste de la entrada a la bahía de San Juan. El conjunto fortificado del Sitio Histórico Nacional de San Juan y el palacio La Fortaleza fueron declarados como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco, en el año 1983, por su valor universal como ejemplo único que ilustra, de manera sobresaliente, la adaptación al contexto caribeño de los desarrollos europeos en la arquitectura militar de los siglos XVI al XX. Ambos representan la continuidad de más de cuatro siglos de historia arquitectónica y de ingeniería militar y política.

Fue gracias a mi labor como historiadora para el Sistema de Parques Nacionales - Sitio Histórico Nacional de San Juan que consolidé mi carrera como investigadora y especialista en fortificaciones por casi tres décadas, durante las cuales ejercí mi responsabilidad mayor de investigación histórica en apoyo a la labor continua de conservación de las fortificaciones. Una extensa lista de tareas adicionales mantenía mi tiempo ocupado al máximo: servir como historiadora profesional y especialista en recursos culturales para las propiedades o programas del Servicio de Parques Nacionales en Puerto Rico; ser responsable de la identificación, evaluación y conservación de las estructuras históricas del Sitio Histórico Nacional de San Juan; la preparación de informes históricos relacionados con las unidades del sistema de parques, incluyendo estudios sobre temáticas especiales, además de la revisión de la parte histórica de los informes de planificación y conservación de las fortificaciones del Viejo San Juan para el Sitio Histórico Nacional de San Juan, lo que abarca estudios especiales históricos, estudios históricos estructurales, estudios de historia oral, historias administrativas, nominaciones para el Registro Nacional de Lugares Históricos, entre otras.

Asimismo, proporcionaba asistencia profesional y técnica para otras agencias federales gubernamentales en Estados Unidos y Puerto Rico, incluyendo los programas de documentación del patrimonio (Heritage Documentation Programs), los cuales administran la Encuesta de Edificios Históricos Estadounidenses (HABS), el programa de preservación más antiguo del Gobierno federal de los Estados Unidos, y sus programas complementarios: el Registro de Ingeniería Histórica Estadounidense (HAER) y la Encuesta de Paisajes Históricos Estadounidenses (HALS). La documentación producida a través de los programas constituye el archivo más grande del país sobre documentación histórica de arquitectura, ingeniería y paisaje. La colección HABS/HAER/HALS se encuentra en la Biblioteca del Congreso.

También brindé apoyo profesional y técnico, como especialista en fortificaciones y patrimonio militar, a la Oficina de Asuntos Internacionales del Servicio Nacional de Parques, en su sede central de Washington D. C.

El Servicio Nacional de Parques es una agencia gubernamental cuya misión es la de proteger y preservar el patrimonio cultural y natural de los Estados Unidos y sus territorios. Es una de las agencias pioneras del mundo en la organización de áreas de patrimonio, como parques nacionales administrados bajo leyes de protección creadas hace más de 100 años. Trabajar para esta agencia por casi tres décadas me dio la experiencia y práctica en protección y conservación del patrimonio, lo que me ha valido, hoy en día, para mi desempeño como especialista en estos campos. Además de comenzar mi carrera trabajando en las fortificaciones de San Juan, también tuve la gran oportunidad de ser destinada a otros parques nacionales en los Estados Unidos continentales, entre ellos, el Wright Brothers National Monument, como coordinadora del Pabellón de Exhibiciones para la Conmemoración del Centenario del Primer Vuelo de los Hermanos Wright. Pasado el Centenario, fui asignada a la unidad de Fort Raleigh National Park como historiadora y directora del Programa de Museo y Archivo. Ahí tuve la oportunidad de establecer el proyecto de investigación Spain and the Roanoke Island Voyages, el cual culminó con una publicación con el mismo título.

Como directora del Programa de Museo y Archivo, tuve bajo mi responsabilidad la administración de las colecciones de los tres parques. Mi último destacamento dentro del sistema fue en el Parque Nacional de las Islas Vírgenes. En ese lugar paradisiaco, laboré durante seis años de ensueño, los cuales fueron una inmersión en proyectos de investigación, arqueología y manejo de colecciones.

La disciplina de la interpretación y educación patrimonial fue otra de las áreas en las que adquirí la base y práctica que actualmente me sirven en mi especialidad. En el año 1998, fui galardonada por el Servicio Nacional de Parques con el Premio Regional de Excelencia en Interpretación Freeman Tilden Award, lo que considero es uno de mis más apreciados logros.

En suma, durante mi desempeño en la agencia tuve la oportunidad no solo de aplicar la metodología académica investigativa en apoyo al patrimonio, sino también de adquirir experiencia en manejo, protección y conservación tanto del patrimonio arquitectónico edificado como del área de colecciones y, sobre todo, en la disciplina de la interpretación, a la que considero una de las herramientas más importantes para la salvaguarda del patrimonio. Estos conocimientos académicos y prácticos son parte de mi formación y experiencia, y han estado presentes en lo que he podido aportar a la protección y conservación del patrimonio, según las oportunidades que he tenido de participar en proyectos y misiones de patrimonio mundial. Han sido la base al evaluar o desarrollar planes interpretativos y planes generales de manejo, ya sea para proyectos de nominaciones como para su evaluación.

En cuanto al ejercicio profesional, ¿cómo se aproxima a este campo especializado? ¿Cómo incide en él su participación como asociada en el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos)?

Tuve mi primer contacto con el Icomos mientras me desempeñaba en el Parque Nacional del Sitio Histórico de San Juan en Puerto Rico, en el año 1993, y desde entonces he estado relacionada con él. Luego, en el 2008, fui elegida presidenta del Comité Científico Internacional sobre Fortificaciones y Patrimonio Militar (Icofort). Mi contacto con el Icomos también ha sido crucial en mi adquisición de experiencia en el área del patrimonio. Las oportunidades para intercambiar ideas y conocimientos con grandes expertos, la participación en seminarios y proyectos, así como el trabajo en equipo sobre diversas temáticas, han sido forjadores de la disciplina adquirida a través de los años.

Dentro del Icomos, también participé en otros grupos de trabajo, como por ejemplo el de cambio climático. De otro lado, he ejercido como participante del Proyecto de Estudio de Caso Global de Reconstrucción Icomos. Ambas áreas representan problemáticas activas hacia todo el patrimonio, razón por la que el Icomos dedica grandes esfuerzos para analizar y discutir sobre las acciones a seguir para su mitigación.

En su opinión, ¿cuáles son las principales fortalezas y debilidades del medio latinoamericano en lo relativo a la conservación del patrimonio edificado? ¿Cuáles serían las fortalezas y debilidades de su país?

En el área de patrimonio militar edificado, pienso que una de las mayores debilidades de su conservación ha sido el hecho de no contar con un documento doctrinal que sirva de guía para su manejo, protección, interpretación y conservación. Sin embargo, esto no se limita a la región de Latinoamérica, ya que se trata de una situación a nivel global. En muchos casos, ha dado pie a actuaciones que, en lugar de salvaguardar el monumento, han resultado en la dilapidación de su autenticidad e integridad.

Icofort, mediante su función como comité asesor de Icomos relacionado con fortificaciones y patrimonio militar, comprende que se necesitan guías para llenar los vacíos existentes y apoyar las mejores prácticas para la protección, conservación, mejora e interpretación de las fortificaciones y el patrimonio defensivo, al igual que para la interpretación de su significado para la conservación de la memoria de las fortificaciones del mundo.

La ausencia de una guía ha sido el principal motivo de uno de los proyectos más ambiciosos del comité científico a cargo de la temática de patrimonio militar: la Carta de Icofort sobre Fortificaciones y Patrimonio relacionado. Guía para la protección, conservación e interpretación. La Carta de Icofort hace referencia a cartas y documentos doctrinales de Icomos, entre otros, que se aplican a la conservación, restauración, consolidación estructural, interpretación y reutilización apropiada, además de su integración en la comunidad y la necesidad de su gestión de riesgos.

No obstante, existe la necesidad de contar con guías que sirvan para ayudar a comprender la importancia de las fortificaciones y el patrimonio defensivo. La Carta de Icofort, asimismo, proporciona una guía para la conservación integrada de las fortificaciones y paisajes culturales en su contexto.

Como coordinadora y coautora de la Carta de Icofort sobre fortificaciones, y luego de once años de trabajo en su redacción, para mí ha sido uno de los mayores retos mantener este diálogo tan particular sobre la protección de patrimonio fortificado, así como redactar el borrador final, que ahora se encuentra en evaluación por parte del Icomos y en espera de la recomendación para su adopción. Si esto se logra, se convertirá, probablemente, en la mayor aportación del Icofort a la salvaguarda de las fortificaciones y patrimonio militar.

¿Cómo se aproxima a la arquitectura militar/patrimonio fortificado?

A raíz de mi participación en Icomos es que comienzo a realizar misiones relacionadas con el patrimonio mundial. En la actualidad, he realizado misiones en las regiones del Caribe, Europa, África y Asia. Para mí, cada misión significó no solo desempeñar mi trabajo como evaluadora, sino que implicó un aprendizaje, puesto que pude ver cómo la amalgama de elementos tangibles e intangibles presentes en el manejo del patrimonio se convierte, en muchos casos, en retos tanto para la protección y conservación de patrimonio como para el resultado, provocando contrastes en la aplicación de principios.

Pienso que la oportunidad de haber ejercido como coordinadora y coautora de la Carta de Icofort sobre fortificaciones ha sido la experiencia que ha tenido mayor impacto en mí en términos de inmersión en la problemática de protección y conservación del patrimonio fortificado. Dado que es un documento con carácter global, debe ser aplicable a todas las regiones en las que exista patrimonio fortificado, lo cual representó el mayor de los retos, pues algunos conceptos, como el de autenticidad e integridad, se perciben diferente en ciertas regiones. La energía y los esfuerzos realizados durante once años dejan una gran huella y afianzan el compromiso con el proyecto.

¿Cómo se ha relacionado con el medio académico y profesional del patrimonio edificado del Perú?

Me siento afortunada de tener una relación con los colegas del ámbito académico y profe-sional del patrimonio edificado del Perú por medio del Icomos, tanto en Lima como en Cusco y Trujillo, en torno a la temática de fortificaciones y amurallamientos. El Perú es un país con una gran cantidad de patrimonio fortificado, y buena parte de este ofrece mucho campo para el estudio. En el Cusco, con colegas académicos e investigadores, hemos creado un grupo de trabajo en estas áreas para el intercambio científico y la investigación histórica. Icomos Perú siempre ha brindado su apoyo, hecho que agradecemos, y esperamos seguir contando con este y concretar proyectos para el beneficio tanto del ambiente académico como del público en general.

Agradezco a la Revista Devenir por la oportunidad de este diálogo.