Carlos Pernaut

Figura 1. Arquitecto Carlos Pernaut. Archivo fotográfico de Carlos Negroni, actual adjunto de la cátedra Pernaut, 2008.

El patrimonio latinoamericano se vistió de luto con la partida del arquitecto Carlos Pernaut a sus 74 años. Nació en Buenos Aires, Argentina, el 8 de marzo de 1947 y transitó su vida con un compromiso ejemplar hacia el patrimonio y la formación profesional. Cursó la carrera de Arquitectura en la Universidad de Buenos Aires y egresó en 1975. Su proceso formativo no se detuvo allí, dedicó sus primeros años profesionales a especializarse en el campo de la conservación del patrimonio. Fue así como el mismo año de su titulación fue becado por la Unesco para perfeccionarse en Cusco, en materia de conservación del patrimonio arquitectónico. Impulsado por su interés en profundizar saberes se trasladó a Europa, donde se especializó en conservación a escala urbana e inventario del patrimonio en el novel Centro de Estudios Superiores de Historia y Conservación de Monumentos Antiguos, la reconocida Ecole Chaillot en París, fundada en 1887 por Anatole de Baudot, discípulo de Eugene Viollet-le-Duc. También cursó estudios en el Centro de Estudios para la conservación del patrimonio arquitectónico y urbano, en el prestigioso College d’Europe, Université Catholique de Louvain, Brujas, y finalizó su recorrido en la Scuola di Specializzazione in Restauro dei Monumenti, Università degli Studi, en Nápoles, Italia.

Regresó a Argentina en 1982 y, con una formación indiscutida en el campo patrimonial, se reincorporó a la docencia en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires en Historia 1, 2 y 3 a cargo de Mabel Scarone. Ese mismo año obtuvo por concurso el cargo de profesor adjunto. En 1991, la cátedra pasó a su cargo y tomó el nombre de Cátedra Pernaut, distinción que con orgullo ostenta hasta la actualidad.

Su compromiso docente le valió designaciones en otros centros académicos como la Universidad Católica de La Plata, la Universidad de Belgrano y la Universidad de Morón, en la cualo, además, alcanzó el cargo de vicedecano de la Facultad de Arquitectura, Diseño, Arte y Urbanismo en 2006.

En el ámbito de la investigación generó notables aportes coordinando equipos y dirigiendo proyectos que lo llevaron a ocupar importantes cargos en la Universidad de Buenos Aires, tanto en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo como en el Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas “Mario J. Buschiazzo” y en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). Fue miembro de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos.

En el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos por sus siglas en inglés) desarrolló una vasta carrera; fue reconocido por sus notables aportes al patrimonio en general y por el impulso que su gestión representó para el comité argentino en particular, en el que participó desde su creación en 1973. Fue elegido presidente del Icomos Argentina en tres oportunidades (períodos 1983-1986, 1993-1996 y 1996-1999) y ocupó el cargo de vicepresidente de Icomos a nivel internacional en los períodos 1999-2002, 2002-2005 y 2005-2008. Su interés en la enseñanza del patrimonio lo llevó a coordinar el Programa sobre Educación y Formación, y también integró los comités científicos internacionales de Inventarios del Patrimonio y de Itinerarios Culturales. Tanto en representación de Argentina como de la institución a nivel internacional participó de reuniones de la Unesco, como la Convención del Patrimonio Subacuático y la Conferencia General de París, ambas realizadas en 2001, entre otras.

A lo largo de esos años participó de numerosas misiones para organismos internacionales, entre ellas la evaluación de los inventarios de América Central para la Unesco, en 1989, y la evaluación del Centro Histórico de Colonia del Sacramento en Uruguay (1996, 2002 y 2004) como parte de sus responsabilidades en el Icomos y el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco. En este marco, fueron reconocidos sus esfuerzos por la evaluación de Valparaíso, Chile, así como también su aporte conceptual y su lucha por la candidatura de la Quebrada de Humahuaca en Argentina, ambas incluidas en la Lista del Patrimonio Mundial en 2003.

Entre sus contribuciones destacadas se recuerda el Preinventario de Santa Ana, tarea que dirigió en 1987. Más tarde, entre 1995 y 2001, coordinó la comisión técnica encargada de la conservación de las misiones jesuíticas guaraníes, que fueron inscriptas en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco en 1983, declaratoria extendida en 1984. También merecen reconocimiento las tareas desarrolladas entre los años 1997 y 1999 para las misiones jesuíticas en el marco del programa de desarrollo social y cultural a través de la recuperación del patrimonio histórico, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Sus aportes le valieron importantes distinciones en el ámbito internacional. Fue designado miembro de honor del Icomos Brasil en 1998, recibió la “J” de Oro de Andalucía, España, por su trabajo para la postulación de Úbeda y Baeza a la Lista del Patrimonio Mundial en 2003. Asimismo, fue reconocido por las comunidades salitreras de Humberstone y Santa Laura, Chile, en 2006.

Fue autor de numerosos libros y artículos dedicados a la conservación del patrimonio, tanto en medios nacionales como internacionales. Cabe destacar su rol como director de la Revista Icomos Iberoamérica.

Su espíritu afable y a la vez su férreo compromiso en la lucha por la conservación del patrimonio lo convirtieron en un referente que marcó una huella indeleble en quienes tuvieron el privilegio de compartir sus días. Sin duda, numerosas generaciones de estudiantes y colegas pudieron impregnarse de sus enseñanzas, abriéndose un camino responsable y sensible al desarrollo profesional, enfocado en la importancia de la historia y la memoria. Siempre atento, generoso y ameno, buscó compartir sus ideas con sencillez y aprender continuamente de los demás, en un proceso de enriquecimiento que iluminó a cuantos lo rodearon. Carlos Pernaut sembró en las generaciones que le siguieron un ejemplo que debemos honrar haciendo de él una práctica cotidiana.

María Gabriela Santibañez1

Agradecimiento al arquitecto Javier García Cano


1. Arquitecta egresada de la Universidad de Mendoza. Cursó la Maestría en Historia de la Arquitectura y el Urbanismo Latinoamericanos en la Universidad Nacional de Tucumán. Es docente e investigadora en diversos centros académicos de Argentina (Universidad de Mendoza, Universidad de Congreso, Universidad Nacional de Cuyo, Universidad Nacional de Río Negro), promoviendo la aproximación de estudiantes y jóvenes graduados al campo del patrimonio. Es miembro del Comité Científico Internacional de Paisajes Culturales Icomos-IFLA y del Comité Internacional de Turismo Cultural (ICTC) y ha coordinado el Grupo de Trabajo de Profesionales Emergentes para Argentina y para la región de América. Es actualmente presidenta del Icomos Argentina.