doi: https://doi.org/10.21754/devenir.v7i13.933

Patrimonio cultural

de la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú

Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú

Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú. lima, Perú, 2019.

reseña de Angela Anchante Bautista

La Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú en el marco del 102° aniversario institucional, presenta su décima publicación Patrimonio Cultural. A través de sus 183 páginas podremos viajar por los últimos 100 años de la vida de la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú, ya que está en sus inicios “contribuyó entonces a una afirmación ideológica de la sociedad peruana a través del arte”. (p.60)

El registro, tratamiento, investigación y finalmente la publicación de este libro sobre del patrimonio material e inmaterial de la ENSABAP, representa la culminación de un proceso de consolidación de una identidad institucional que se articula con un “conjunto de prácticas, creencias y símbolos que le otorgan sentido y valor”. (p.13)

Esta publicación aborda la larga y rica tradición artística y cultural, heredada por la escuela quien en su inicio influenció fuertemente el pensamiento y la vida Nacional. Comprende patrimonio mueble e inmueble que datan de la época virreinal, del siglo XIX, del siglo XX y obras contemporáneas. Está compuesta por cuatro capítulos, que contemplan todo el patrimonio que posee la institución.

El primer capítulo inicia con un recuento del patrimonio cultural inmueble que poseen como locales institucionales, ubicados dentro del casco del Centro Histórico de Lima. Nos dan un contexto de la situación del Perú en el siglo XIX, recién emancipado, y como va evolucionando en la búsqueda de su identidad nacional, a través de la valoración de su riqueza patrimonial.

Esto da un preámbulo para reconocer diferentes estilos, épocas y sucesos, de cada uno de los inmuebles: La Sede Central, Casa Canevaro y el Centro Cultural de Bellas Artes. La singularidad de la belleza arquitectónica de cada una de las sedes, tiene también hoy un papel importante en la experiencia de aprendizaje de los alumnos. Por ejemplo, la Sede Central, inmueble que más ha cambiado a través de los siglos, nos proyecta sensaciones de recogimiento y de respeto absoluto a la presencia urbana. Este inmueble esconde tras la enigmática fachada Neoperuana, del escultor español, Manuel Piqueras Cotolí, la portada de la recordada Iglesia del hospital de San Pedro. Nos narra también, la suntuosidad de Casa Canevaro, o la espectacularidad de los vitrales del salón central del Centro Cultural de Bellas Artes. Sin embargo, este capítulo adolece de fotografías históricas, información planimétrica, que invitaría al lector a interesarse más en el tema.

En el segundo capítulo, sobre los bienes muebles, presenta un panorama general de los objetos con los que cuentan, muchos de ellos elaborados por ilustres personajes de la ENSABAP. Entre las cinco obras pictóricas virreinales, del patrimonio del siglo XIX conformado por muebles, escultura y pintura, destaca la obra pictórica “Atahualpa y sus Collas”. Del patrimonio del siglo XX, la obra del maestro José Sabogal, pintor y director de la Escuela, junto con los retratos pintados al óleo sobre telas, o los retratos a carbón y la escultura de Cesar Vallejo por Miguel Baca Rossi. El patrimonio contemporáneo está dedicado a “las últimas tendencias realizadas por los estudiantes como trabajos de fin de carrera o hechas con ocasión de alguna muestra colectiva o concurso”. (p.86) Es un grupo pequeño, pero valioso de piezas importantes que buscan ser revaloradas y encontrar su procedencia de origen.

En el tercer capítulo, sobre las artes populares, destacan el compromiso asumido por José Sabogal, al incluir en el plan de estudio la sección de artes aplicadas y posteriormente la sección de artesanías artísticas, para articularlo con la realidad nacional de esa época. El propósito fue rescatar las estéticas regionales del interior del país poco apreciadas en la capital y en el medio artístico. Esta colección brinda un aporte invaluable ya que estas influyeron en el desarrollo de las artes peruanas.

La publicación concluye con broche de oro, resaltando la exquisita colección de réplicas de esculturas de Miguel Ángel Buonarroti y diferentes artistas desde la Grecia clásica hasta el Renacimiento, donadas en su mayoría por Rafael Larco Herrera. En este capítulo, el Dr. Alfonso Castrillón, primero nos captura narrando una experiencia personal a modo de introducción, para luego desarrollar un diálogo imaginario con otros especialistas en la materia, que sirve de hilo conductor, para hablarnos de cada una de las piezas de la colección.

Aquí cabe destacar la presencia de especialistas reconocidos en el campo del arte y la cultura, autores de los diversos capítulos. Como, por ejemplo, la presencia, en el último capítulo, del Doctor Alfonso Castrillón, historiador y estudioso. El arquitecto Roberto Samanez y la licenciada Elizabeth Kuon, autores del primer capítulo; el historiador Jaime Mariazza, autor del segundo capítulo, sobre los bienes muebles; y la Doctora Sara Acevedo, especialista en artesanías artísticas, editado por la arquitecta y magister en museología Rosanna Kuon Arce.

Es indispensable poner en valor todos los bienes culturales que posee la ENSABAP, ya que en ellas encierran el fruto de diferentes épocas y sociedades, prácticas, creencias y símbolos que le dan sentido, carácter e impulso al desarrollo de las artes en el que se ve reflejada la sociedad.

Esperemos que la ENSABAP siga haciendo publicaciones como esta sobre su quehacer en el mundo cultural que significa un gran aporte al arte nacional y un recordatorio de que debemos registrar nuestro patrimonio, conservarlo, investigarlo y difundirlo, ya que solo así permanecerá en el tiempo, y contribuirá a la construcción de la identidad nacional.