Doctora Inés Del Águila en la Sala de exposición central del Museo de Arqueología “Josefina Ramos de Cox”,
Archivo fotográfico personal Del Inés del Águila, 2020.
Entrevista: Arq. Roberto Samanez Argumedo
Entrevista
Aura Inés Del Águila Ríos
Realizó estudios de Educación e Historia en la Pontificia Universidad Católica del Perú obteniendo el grado de doctora en Educación. Así mismo, estudió cursos de Museología y Museografía dictados por ICOM – Perú además de la Maestría en Gestión cultural y museología de la Universidad Ricardo Palma. Fue Directora y es asesora ejecutiva del Museo de Arqueología Josefina Ramos de Cox del Instituto Riva Agüero de la Pontificia Universidad Católica del Perú, cargo que ocupa desde 1995. Ejerció la coordinación del Seminario Permanente de Arqueología de Selva (SEPAS). Ha sido miembro Consejero del Patronato del Parque de las Leyendas, y miembro honorífico del comité científico del Parque de las Leyendas Fue la presidenta fundacional de la Red de Museos del Centro Histórico de Lima y de la Asociación Nacional de Museólogos del Perú (ANAMUP). Actualmente es miembro del Comité científico de la revista indizada sobre patrimonio edificado Devenir de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Artes de la Universidad Nacional de Ingeniería.
Nombre del entrevistado: Inés Del Águila Ríos
Fecha: 10 de febrero del 2021
Entrevista por el Dr. Arq. José Hayakawa Casas
Transcripción por Arq. Angela Anchante Bautista
Buenas noches estamos en esta oportunidad con la Dra. Inés Del Águila Ríos que es una profesora, investigadora, educadora y patrimonialista de larga trayectoria y colaboradora permanente de la revista Devenir. En esta oportunidad hoy miércoles 10 de febrero 2021 a las 7:03 de la noche va a permitir entrevistarla para compartir sus experiencias y sus reflexiones sobre el ejercicio profesional y académico vinculado a lo patrimonial y al medio peruano.
JH: Buenas noches Dra. Del Águila ¿Cómo está?
IDAR: Buenas noches José, muchísimo gusto de saludarlo a usted, pero también a todo el equipo de la revista Devenir que viene trabajando muy bien en este tema relacionado con el patrimonio.
Muchas gracias, mire como primera pregunta quisiera que usted nos hablara de su formación académica vinculada a lo patrimonial. ¿Cómo desde la academia usted se va aproximando a las temáticas del patrimonio, patrimonio cultural peruano?
Muy bien, es interesante esta pregunta porque me permite señalar que yo ingresé a la universidad para estudiar educación fundamentalmente, pero tuve la suerte de tener docentes que, en un curso de metodología, nos llevaron a la arqueología de campo, a entender el tema del registro geográfico, pero en el mismo territorio, y fue marcando muchísimo la visión que tengo respecto a la defensa de los bienes relacionados con el mundo de la arqueología. Es en dicho curso donde me inculcaron la mirada del entorno y la mirada del espacio. Siguiendo a la vez mi formación como educadora, y al terminar mi Tesis doctoral de educación, empiezo a descubrir el mundo de la historia y la importancia de leer a profundidad nuestra historia, lo que significa leer el Perú desde la época prehispánica hasta los momentos actuales que vivimos. Toda esta mirada se inicia en la Pontificia Universidad Católica del Perú, pero, tengo que decirlo, también en Universidad Nacional Mayor de San Marcos donde mi preocupación por leer el medio ambiente, por leer el entorno me llevó a seguir algunos cursos que San Marcos ofrecía sobre patrimonio, sobre arqueología que eran cursos libres y esto me permitió ver una riqueza de información que se complementaba muy bien con los temas que se discutían en la Católica. Creo que mis maestros sanmarquinos y de la Universidad Católica me dieron la formación académica y me abrieron horizontes para entender lo que es patrimonio.
Perfecto doctora, y desde su ejercicio profesional, o sea ya no desde los espacios universitarios o desde las aulas, sino más bien a partir de vuestra diversa y larga trayectoria trabajando en diversos roles y espacios, además muchos de ellos más allá incluso del mundo de la arqueología. ¿Podría explicarnos su trayectoria desde el ejercicio profesional que la fue aproximando a lo patrimonial?
Empecé en el Museo de Arqueología Josefina Ramos de Cox, una entidad relacionada con la Universidad Católica que en pleno Jirón de la Unión, asume el reto de lograr que el transeúnte se de cuenta de la existencia de un museo, pero este tema tiene que ver mucho con el concepto que la fundadora de ese museo, la doctora Josefina Ramos de Cox,, nos transmitió. Para ella el museo era un laboratorio en el que debían fundirse una serie de elementos que pudieran relacionarnos con la gente. Como educadora para mí es importante transmitir mis conocimientos por un sentido de solidaridad y fraternidad. El concepto de fraternidad es muy importante para entender lo que es patrimonio.
Soy historiadora con mención en arqueología, voy al campo para poder entender debidamente toda esta historia larga, todo este devenir tan consecutivo y tan lleno de procesos en nuestra historia. Y esto va descubriendo en mí una gran preocupación que viene a ser la defensa y conservación del patrimonio arqueológico, esta dualidad de trabajar en el museo, de trabajar en campo mediante proyectos de excavación y mediante proyectos de catastros de sitios arqueológicos, por ejemplo, de la cuenca del Rimac, en la cuenca del Sechura, van planteándome retos que tienen que ver mucho con los diferentes grupos humanos con los cuales tuve que encontrarme; cada grupo humano era un reto en la medida que tenían maneras y formas de comportamiento que demandaban pedagogías diferentes y esto va a añadir más adelante otra preocupación: a medida que conoces el conocimiento arqueológico, vas construyendo un corpus teórico que llamamos arqueología aplicada a la educación social y que me ha permitido poner en marcha una serie de proyectos relacionados entre la defensa y conservación de sitios arqueológicos y la implementación de museos, dos espacios muy importantes.
Lima es el sitio fundamental para conocer lo que fue el complejo Maranga. Y también la costa, la sierra y la selva son muy importantes. En algún momento la doctora Cox, fundadora de los estudios arqueológicos en la universidad, nos lleva a un equipo de profesionales del mundo de la arqueología desde la costa hasta la selva y esa ruta que va desde Ayacucho hasta llegar al Cusco y del Cusco hacia Madre de Dios, va enriqueciendo nuestra información, de cómo los pueblos prehispánicos a su vez también leyeron al Perú de manera transversal y eso se vuelve evidente cuando ya en la Selva con las investigaciones arqueológicas vamos a encontrar que efectivamente el mundo de la selva se relacionó con la sierra, y desde la sierra ha habido en algún momento intercambios hasta con la costa porque nosotros aún en Huaca Tres Palos que es uno de los monumentos importantes en el complejo Maranga vamos a encontrar algunos elementos que están relacionados con la selva, con semillas de una planta que pueden haber llegado hasta esas tierras por intercambios, porque el Perú siempre ha sido leído transversalmente.
Este tema, sin embargo, sigue teniendo desafíos ahora que celebramos el bicentenario y no solamente por el tema de la pandemia, que nos está permitiendo usar la tecnología y globalizar la información, pensemos a nivel de Iberoamérica principalmente porque no olvidemos que los incas llegaron a ocupar un territorio extenso de sur a norte, de tal manera que tenemos el reto de comunicarnos y entrar en un diálogo permanente con aquellos espacios que en algún momento llegaron a ser también parte de esta historia de la época incaica. Hace muy poco, en el año 2020, una profesora argentina que en algún momento trabajó con nosotros en el catastro del Rímac, empezó a trabajar una serie de temas relacionados precisamente con estas enormes ofrendas en los cerros, en las zonas glaciares, una serie de bienes culturales del periodo Inca. Entonces, cada día el Perú tiene el reto de sumarse a los otros pueblos de América del Sur que vienen trabajando sobre ese periodo. Nuestro reto tiene que ser mayor porque tenemos que ser también modestos en el sentido de permitir el diálogo entre los diferentes países que han sido parte del gran imperio inca.
Pero, el otro desafío que considero en el tema de educación, el patrimonio, tiene que ver como nos realacionamos con nuestra gente. Nosotros sabemos que la ciudad de Lima es una ciudad que tiene que ser entendida en profundidad, lo cual significa leer su territorio desde la época prehispánica y eso demanda que para el imaginario popular, tenemos que tener en cuenta los vestigios arquitectónicos que estas sociedades nos han legado, y que deben ser incluidos en la memoria colectiva. Como el argot arqueológico resulta un poco complejo, tenemos que convertir esa información a un lenguaje didáctico que nos permita construir una teoría que nos relacione con todos los pueblos que hay en el Perú y para este bicentenario este es el gran reto que tenemos que lograr: crear un ciudadano intercultural que entienda al poblador que viene de la sierra, al poblador que vive en el Ande. En algún momento, en este viaje de Costa a Selva, cuando asistimos a un conversatorio y se preguntaba ¿qué entiendes por indígena? algunos que eran de este poblado decían “el indígena es de arriba, de Puno, nosotros ya no somos indígenas”, entonces todo ese tema está en juego y tiene que ser resuelto a través de la educación intercultural. La arqueología lee el conocimiento que nos han dejado para que se convierta en un legado para estos nuevos ciudadanos que hoy habitan en Perú.
Entonces el tema va por este ruta y esos son los retos del bicentenario, creo que a su vez esto demanda un trabajo interdisciplinario, aquí tengo que recordar la década del sesenta como un hecho muy importante mi experiencia de trabajo con arquitectos. Cuando nosotros empezamos a trabajar la Huaca Tres Palos para entender previamente la labor de excavaciones, lo primero que pudimos leer con la presencia de distintos arquitectos es que las Huacas de los periodos tardíos de Lima son como unos legos que perfectamente los podemos leer porque se complementan en diseño y forma y aprendimos con los arquitectos a saber leer, además con la presencia de historiadores, a leer por ejemplo los adosamientos en los recintos perimetrales de izquierda a derecha, aprendimos a ver la superposición, pero no solamente con los principios para leer la arqueología. Realmente creo que la arqueología es también la disciplina que requiere de una mirada interdisciplinaria de historiadores, etnohistoriadores y arquitectos. A mí me ha tocado trabajar con arquitectos y con geólogos para estudiar la composición de los muros, de los diferentes tapiales, la experiencia en ese sentido también ha tenido un resultado importante como es construir esta propuesta de arqueología aplicada a la educación social y que frecuentemente los invito porque me ha dado resultado con los ciudadanos de Lima que han aprendido a mirar las huacas, con una idea más clara de que son testimonios de una historia y no solo montículos de tierra. Ya la gente, por lo menos en la experiencia del complejo Maranga, ha aprendido a mirar el patrimonio arqueológico, ha aprendido a distinguir el proceso de histórico, lo cual ha sido un claro resultado.
Doctora como una pregunta que ha surgido al escuchar esta última parte de su respuesta en los diversos espacios dónde usted ha interactuado académica y profesionalmente, y además con los diversos actores de la sociedad, quisiera que tal vez pudiera, a pesar de que entiendo que es un ejercicio injusto priorizar o seleccionar, pero de repente recordar algunos de aquellos colegas, compañeros, maestros que cree que le han permitido crecer en su mirada, en su posición del rol de los patrimonial forjando la peruanidad, ayudándonos a construir las sociedades que aspiramos, tal vez podría señalarnos algunos de estos.
Sigo mencionando a la doctora Cox que para mí es un referente muy importante, si bien pertenecía a una etapa muy anterior a la que hoy vivimos, ella ya tenía un compromiso con la gente. Pero, en este camino he tenido la suerte de encontrarme con muchos de mis maestros, pero a la vez he tenido la suerte de encontrarme con profesionales jóvenes que han ido enriqueciendo y actualizando el vocabulario que hay incluir en esta evolución de las disciplinas y construcción de conocimientos. Debo citar por ejemplo al señor Huapaya, debo citar al doctor José Agustín de la Puente y, debo citar al arquitecto Pimentel que ha sido un maestro muy importante, muy relacionado con la doctora Cox. En general, gracias a la doctora Cox el seminario de arqueología del instituto Riva Agüero de la Universidad Católica se convirtió prácticamente en un centro de diálogo, un centro de reflexión sobre el tema patrimonial. Ahí asistían profesores de San Marcos, profesores del Perú y profesores que venían de afuera, gente que sigue hoy día trabajando o gente que vino y se retiró del Perú, pero que han contribuido con sus publicaciones a que el conocimiento del mundo prehispánico, el mundo colonial y republicano, cada día sea mejor entendido. Nosotros hacemos arqueología para tratar de entender el proceso constructivo, los cambios en los diferentes monumentos arqueológicos; por otro lado, también está el doctor Espejo. Bueno tuve la suerte de tener grandes maestros a quienes debo no solamente esta vocación por la disciplina arqueológica.
También quiero decirlo, acá me está entrevistando el arquitecto Jose Hayakawa uno de los jóvenes con el cual yo he trabajado y como he señalado, de los jóvenes los mayores aprendemos muchos aspectos gracias al desarrollo del conocimiento y de la tecnología porque la arqueología demanda un trabajo interdisciplinario. Me da mucha preocupación no poder hablar de tantos maestros, pero los que he señalado son los que más directamente han permitido que yo tenga esta mirada patrimonialista. El doctor de la Puente es un maestro formador de formadores en el campo de la historia, él me enseñó a entender cómo se evoluciona lo que significa el encuentro de los dos mundos, cómo evoluciona desde un mestizaje, cómo se pasa luego a entendernos como una sociedad multicultural, pluricultural y ahora el reto que tenemos es ser interculturales. Entonces creo que estamos en un camino en el que las ideas básicas seguirán siendo fundamentales para que la generación joven que seguirá construyendo esta teoría del patrimonio, no se olvide que las ideas empezaron ayer y que ese ayer debe seguir siendo parte del futuro, conocimiento enriquecido sobre la idea el Perú.
Gracias doctora y como es la pregunta final y aprovechando que usted ha participado en el equipo de la revista casi desde su fundación, en el primer comité editorial. Quisiera que brevemente pudiera hacer un análisis de lo avanzado y los desafíos que vislumbra para este proyecto cultural y editorial.
Muchos desafíos. El primero ha sido la creación de la revista, inspirada en este deseo enorme del equipo, en este caso tu persona era el elemento o factor que se requería para poder empezar a unir ideas, a unir mentes, a unir enfoques y esta revista representa, ese primer esfuerzo. Entonces yo te felicito por ser parte de esta idea que hoy es una gratísima realidad. Los temas que incluye la revista están incluyendo la lectura de Iberoamérica, pero también la lectura del mundo de los diferentes espacios en el que la gente empieza a entender esto que he señalado. La revista está logrando, crear un concepto de procesos respecto al patrimonio como el gran legado que nos permite seguir desarrollando la idea de una ciudadanía intercultural. Es una revista que tiene un futuro muy importante y gratificante, el incluir los aportes de diferentes ciudadanos del mundo vamos a hacer que los ciudadanos del Perú realmente consoliden la idea de ser ciudadanos interculturales.
Bueno doctora, muchísimas gracias por vuestros testimonios y vuestras opiniones que estoy seguro van a seguir alimentando los debates que desde la revista intentamos poner en valor. Reiteramos nuestro agradecimiento a nombre de todo el equipo de la revista y con esto estaríamos concluyendo. Muchísimas gracias.
A ustedes muchísimas gracias y seguiremos trabajando en este tema José. Muchas gracias.
Gracias a usted, cuidese.