Revista IECOS, 25(1), 143-148 | Enero-Junio 2024 | ISSN  2961-2845 |  e-ISSN  2788-7480

IDEAS POLÍTICAS Y ECONÓMICAS DE CARLOS MARX EN EL CONTEXTO CONTEMPORÁNEO

Alberto Rocha Valencia

Universidad de Guadalajara, Jalisco, México

E-mail: albertorochav@yahoo.com.mx

https://orcid.org/0000-0003-4824-615X

 

https://doi.org/10.21754/iecos.v25i1.2159

 

Recibido (Received): 01/03/2024 Aceptado (Accepted): 10/03/2024 Publicado (Published): 31/03/2024

 

1. EL HOMBRE Y SU OBRA EN SIGLO XIX

Marx es un hombre europeo, de origen alemán, cuya vida se desenvolvió entre Alemania, Bélgica, Inglaterra y Francia. Su vida transcurrió entre los años de 1818 y 1883; falleció a los 64. Marx es, pues, un hombre del Siglo XIX que experimentó el auge del capitalismo industrial en Europa, sobre todo en Inglaterra, y experimentó las luchas de los obreros y sus levantamientos, como la famosa Comuna de París.

Europa en el siglo XIX se erige como el centro del capitalismo mundial, con la economía inglesa a la cabeza y el Estado inglés ostentando la hegemonía global. El desenvolvimiento del capitalismo inglés, su fenómeno y su naturaleza como capitalismo, quedará plasmada en su obra de tres tomos, El Capital. Su experiencia y solidaridad con las luchas obreras de la época, especialmente las del proletariado francés, le permitieron escribir sus obras de análisis político más importantes: El manifiesto del Partido Comunista, La lucha de clases en Francia, El 18 Brumario de Luis Bonaparte y La guerra civil en Francia de 1870-71. 

Sus obras más importantes son:

Obras filosóficas

·         Crítica de la filosofía del derecho de Hegel, (1843).

·         Sobre la cuestión judía, (1843).       

·         Tesis sobre Feuerbach, (1845).

·         La ideología alemana, (1845), escrita con Engels.

·         La miseria de la filosofía, (1847).

Obras de economía política

·         Los Grundrisse o Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (8 cuadernos, escritos entre 1857 y 1858), el primer borrador de El Capital.

·         Contribución a la crítica de la economía política, (1859).

·         Crítica del programa de Gotha, (1875).

·         El Capital: Tomo I de 1867, Tomo II, de 1885 (escrito con Engels) y Tomo III, de 1894 (escrito con Engels)

Su obra filosófica, sociológica, política y económica, es pues algo cercano a lo que ahora llamamos ciencias sociales. Si bien, este hombre es uno del Siglo XIX, ahora podemos decir que la proyección de su persona y su obra cubrió todo el Siglo XX y ha logrado llegar hasta el Siglo XXI. ¿Y por qué? Por un lado, porque su análisis y crítica del sistema capitalista (ahora en situación de crisis histórica y estructural) todavía prevalece y es punto de partida y referente de diversas teorías. Por otro lado, su intento de superar este sistema trazó una ruta que ha impregnado la política de los últimos dos siglos.

2. EL FILÓSOFO POLÍTICO: ALGUNAS PAUTAS DE SU PENSAMIENTO

En sus obras, “El 18 Brumario de Luis Bonaparte”, “La Lucha de Clases en Francia” y “La Ideología Alemana”, Marx nos expone sus ideas sobre el Estado, el régimen político, la Comuna de París y la sociedad civil.

Respecto del Estado, Marx lo considera como una “máquina burocrático-militar de gobierno”, esto es un aparato administrativo y coercitivo. Según Marx el Estado avanza en su desarrollo como maquinaria administrativa y coercitiva, centralizándose y complejizándose, hasta transformarse en controlador, fiscalizador, regulador, vigilante y tutor de la sociedad civil. El Estado como “poder estatal centralizado” estaría conformado por el ejército, la policía, la burocracia, la magistratura y el clero. Para Marx, el Estado como aparato burocrático-militar es un Estado de clase y además mantiene una correspondencia estructural con la forma capital. El Estado se expande a nivel nacional de tres maneras: como poder del capital sobre el trabajo, como fuerza pública organizada para la esclavización social y como aparato despótico de clase. Para Marx el Estado es el gran recurso con el que cuenta el capital en su contradicción con el trabajo y los trabajadores. Estas ideas son claves en el punto de partida del Estado, pues no solamente se trata de un Estado de Clase, sino de un Estado que corresponde estructuralmente con el capital.

El Régimen Político, para Marx es algo diferente: el Régimen es considerado como la forma de organización general del Estado, lo que implica pasar del abordamiento estructural del Estado a su análisis coyuntural y político.   

Existen dos tipos de régimen: la Monarquía burguesa: que consiste en la dominación de una parte pequeña de la burguesía en nombre del Rey. La República: es la forma más pura y acabada de la dominación burguesa y es la característica de la sociedad moderna capitalista. Clases de República: República Social, República Democrática y República Parlamentaria.

Ahora veamos la alternativa política que elabora Marx en base a la experiencia del levantamiento del proletariado francés. Veamos entonces La Comuna de París y sus rasgos más importantes: la Comuna de París es el gobierno de la clase obrera. La Comuna de París es una corporación de trabajo. La Comuna de París es una forma nacional del poder político, es un proceso de absorción y extinción del Estado en la sociedad civil, es un ejemplo de democracia directa, de auto organización y autogobierno de las clases trabajadoras.

Sobre la sociedad civil, Marx considera que la sociedad civil es “el verdadero centro, la verdadera escena de toda la historia”; es “el fundamento de toda la historia”. En este sentido, la sociedad civil es también escenario de la lucha de clases, la cual es concebida como el motor de la historia. Para Marx, si alguna revolución puede gestarse, ésta solamente debería hacerse en la sociedad civil y desplegarse desde ella. La idea de autorganización y de autogobierno de los trabajadores es estrictamente una apuesta desde y en la sociedad civil, y este es el punto de partida de la extinción o absorción del Estado en la sociedad civil. Se trata de todo un proyecto de empoderamiento de los trabajadores en la sociedad civil.

3. EL CIENTÍFICO SOCIAL Y ECONOMISTA: “EL CAPITAL”

El pensamiento de Marx reposa sobre su obra cumbre, El Capital, es decir, sobre su análisis de la forma capital y del capitalismo. Veamos algunas ideas sobre cada uno de los tres libros.  Ya sabemos que Marx solamente logró concluir y publicar el Libro I, mientras que los otros dos tomos fueron terminados, arreglados y publicados por su gran compañero Engels.

En el libro I, Marx se centra en el desarrollo de la producción capitalista, investigando la producción de plusvalía, su transformación en capital (el proceso de acumulación) y la ley general de la acumulación capitalista. El libro II analiza el proceso de circulación del capital, el ciclo del capital industrial en sus formas de capital-dinero, capital-productivo y capital-mercancías, y la rotación del capital. En esta obra, Marx da una importancia fundamental al estudio de la reproducción capitalista, tanto simple como ampliada. Como sabemos, utiliza una formulación matemática abstracta para representar al capital: K = C + V + P.

En la reproducción simple, los sectores de medios de producción (I: C+V+P) y medios de consumo (II: C+V+P) no generan un proceso de acumulación, entendiendo la acumulación como la inversión constante de la mayor parte de la plusvalía. En otras palabras, en la reproducción simple no se invierte; todo se consume. En la reproducción ampliada, tanto en el sector I como en el sector II, se invierte parte de la plusvalía y se lleva a cabo el proceso de acumulación. En la reproducción ampliada del capital, la acumulación se vuelve fundamental y la sociedad capitalista se desarrolla dinámicamente. En el Libro III, Marx analiza el proceso de producción capitalista en su conjunto de manera general. Los problemas fundamentales que se analizan en esta obra son la transformación de la plusvalía en ganancia y la transformación de la tasa de plusvalía en tasa de ganancia. Marx introduce un elemento fundamental en su análisis: la composición orgánica del capital, que tiende a ser diferente de una rama a otra y de un sector a otro de la industria, como resultado de la competencia capitalista. De esta manera, las diferentes composiciones orgánicas del capital (C/V) en cada rama y sector industrial conducen a la formación de la tasa media de ganancia y a la elaboración teórica de la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia. Esta ley se manifiesta en cada ciclo del capital industrial porque los capitalistas tienden a aumentar el capital constante (maquinaria y materias primas) y a reducir el capital variable (menos salario y menos trabajadores). Por otro lado, el capital muerto tiende a reemplazar al capital vivo, y según Marx, solo el capital variable y/o el capital vivo producen plusvalía y, por ende, ganancias.

Marx elabora de esta manera la teoría de las Crisis Cíclicas del Capitalismo que son caracterizadas como crisis de sobreproducción. El ciclo de las crisis es analizado por Marx en cinco fases: reposo, animación creciente, prosperidad, sobreproducción y crash. Este análisis le permite a Marx concluir que las crisis son un poderoso agente de reestructuración del capital; pero también es la fase clave en la cual se manifiesta en toda su magnitud la contradicción fundamental del sistema, a saber: la contradicción entre la tendencia del desarrollo ilimitado de las fuerzas productivas y las relaciones sociales de producción; esto es la contradicción capital/trabajo y capitalistas/trabajadores. El esclarecimiento de esta contradicción va a permitir a Marx el cuestionamiento del sistema capitalista y la búsqueda de posible salida de este. Marx llega de esta manera a establecer una correlación entre crisis del capitalismo y revolución socialista, es decir logra entrever el momento de la posible ruptura y salida del sistema capitalista. Bien entendido el actor de esta posible transformación será el proletariado o los trabajadores. 

4. EL FILÓSOFO POLÍTICO: ALGUNAS PAUTAS DE SU PENSAMIENTO

En la obra de Marx hay una relación estrecha entre socialismo y comunismo. El socialismo para Marx es un proyecto de salida del capitalismo (la sociedad de clases, la explotación de los trabajadores y de la acumulación de capital) y de transición hacia la sociedad comunista. El socialismo implica: conquista de la democracia y de la nación (gobierno de los trabajadores o “dictadura del proletariado”), Estado es representante de toda la sociedad, el desarrollo de los medios de producción y de la riqueza social. Se entiende que para llegar al socialismo será necesario una revolución, la revolución socialista. 

El comunismo, que está inspirado en la Comuna de París, es un ideal y una utopía, dicho sea de paso, el concepto “comunismo” (vivir en comunidad) viene de la palabra comuna (una sociedad autoorganizada y autogobernada). Y se llegaría hacia esta sociedad comunista (una sociedad organizada en base a la comuna), después de la etapa socialista. El comunismo es la sociedad sin explotación y sin clases sociales, es la sociedad de la abundancia y el reino de la libertad. Esta sociedad se regiría por el lema: “a cada uno según sus capacidades, a cada uno según sus necesidades”

 

5. INFLUENCIA DE MARX EN EL MUNDO Y AMÉRICA LATINA

El proyecto socialista se difundió por todo el mundo y sus continentes. En Europa Occidental los trabajadores en sus luchas ensayaron los Consejos Obreros (Rosa Luxemburgo y su Grupo Espartaquista), y después de la derrota de estos movimientos revolucionarios surgieron los partidos socialistas socialdemócratas. En Europa Oriental y, sobre todo, en Rusia, se ensayó una revolución socialista dirigida por Lenin y Trosky y el partido bolchevique. Esta experiencia derivó en un socialismo de estado muy autoritario impulsado por Stalin, que duró hasta la implosión de la URSS en 1991. En Asía Pacífico y, sobre todo, China también se experimentó una revolución socialista dirigida por Mao se Tung y el Partido Comunista Chino. Esta experiencia de un socialismo de Estado autoritario luego avanzó hacia el socialismo de mercado. En Cuba también sucedió lo mismo, una revolución nacional, que luego se asumió como revolución socialista y permitió que se plasmara un socialismo de Estado sui generis, el cual estaría avanzando hacia el socialismo de mercado. También sucedieron acontecimientos similares en otros países como Viet Nam, Nicaragua, Corea del Norte …  

Ahora bien, después de estas revoluciones socialistas algo aconteció en el mundo. En el mundo del capitalismo desarrollado, el proyecto socialista no tuvo necesidad de mayor radicalidad, pronto se definió como un proyecto de desarrollo y bienestar general dentro de la modernidad y el capitalismo. En el mundo del capitalismo periférico y en los países donde el proyecto socialista impulsó revoluciones socialistas, algo extraño ha sucedido: el proyecto socialista no ha conducido a la “sociedad comunista” sino al capitalismo desarrollado e industrial. Una espiral inédita se plasmó: salida del capitalismo periférico → socialismo de Estado → socialismo de mercado → capitalismo de Estado → capitalismo desarrollado e industrial. China es el ejemplo paradigmático de esta espiral.

Bien, el proyecto socialista que se ha revelado como un proyecto de desarrollo y de bienestar general, no ha perdido su potencial emancipador y liberador, menos todavía en sociedades periféricas y semiperiféricas. En ALC ahora se le llama a estos proyectos “progresistas”, que no es lo mismo que “populismo” tal como lo insinúa la prédica neoliberal de la academia estadounidense.

En cuanto a la influencia de EL CAPITAL en la academia internacional se pueden anotar algunas ideas más. Esta obra fue la base para los teóricos de la economía-mundo (Braudel ), la economía mundial (Frank, Arrighi, Amín,…), los autores de la teoría centro-periferia (Prebisch y los estructuralistas), los teóricos de la dependencia (Cardoso, Faleto, Bambirra, Cueva, Dos Santos, Quijano, Gonzáles Casanova ..), el autor de la teoría del Sistema Mundo Moderno y capitalista (Wallerstein), los autores de la teoría de la colonialidad del poder (Quijano y Dussel) y los autores de Imperio y Multitud (Negri y  Hard).  

Finalmente, es inevitable la pregunta: ¿Qué queda del proyecto socialista y de la utopía comunista? El proyecto socialista se ha transformado en uno de bienestar, desarrollo y democracia dentro de la modernidad y del capitalismo. El “comunismo” ha dejado de ser un horizonte atractivo y motivante para los trabajadores y otros actores sociales. Sabemos por I. Wallerstein y otros autores que el sistema mundo moderno se encuentra en una situación histórica de crisis estructural, pero no sabemos con claridad a dónde vamos, qué forma de sociedad vamos a fundar y qué sistema mundial vamos a construir. Pero hay propuestas muy importantes que nos ofrecen sentido y horizonte: El Buen Vivir de los pueblos originarios, La Vía de Edgar Morín, un socialismo democrático (Fossaert, Wallerstein, Quijano, Piketty …), entre otras.