devenir Vol. 5, N°9, enero - junio 2018, pp. 51-76 - Estudios ISSN 2312-7562 e-ISSN 2616-4949

Universidad Nacional de Ingeniería, Lima

Impacto de los catalizadores urbanos en la transformación de Los Barrios Altos (1535-2015) (*)

Impact Of Urban Catalysts In The Transformation

Of The Barrios Altos (1535-2015)

Iris Rincón Rodriguez(**)

Fecha de recepción: 01 de setiembre de 2017

Fecha de aprobación: 27 de noviembre de 2017

RESUMEN

En el presente artículo se identifican los catalizadores urbanos ubicados en la zona denominada los Barrios Altos, en el Cercado de Lima, los cuales serán analizados y clasificados dentro del proceso evolutivo urbano que ha atravesado la zona, caracterizado por hechos históricos de carácter político, social, económico, cultural, arquitectónico, etc., que se da acorde a los periodos del proceso histórico-evolutivo que afronta la ciudad de Lima entre 1535 y 2015, y que dentro de la investigación son catalogados como procesos catalíticos que impactan en la transformación de dicha zona. Así, se consigue distinguir el impacto de los catalizadores urbanos a través del crecimiento urbano, y cómo estos han influido en la transformación de los Barrios Altos. Además, ello permite ofrecer una explicación de las características particulares de la zona de análisis, como la ausencia de una traza regular, su delimitación en función al proceso evolutivo, la simbología que representa la zona en el proceso de crecimiento urbano de la ciudad de Lima, y su conformación físico-territorial, generada por la adición de los sub-barrios existentes.

PALABRAS CLAVE

Catalizador urbano, proceso catalítico, crecimiento urbano

ABSTRACT

The article identifies the urban catalysts located in the Barrios Altos area, in the Historical Center of Lima. These are analyzed and classified within the urban evolutionary process of the area, characterized by historical events of political, social, economic, cultural, and architectural nature, which happens in accordance with the periods of the historical-evolutionary process that confronts the city of Lima between 1535 and 2015. Within the investigation, the latter are catalogued as catalytic processes that had an impact on the transformation of the above-mentioned area. It is thus possible to identify the impact of these urban catalysts through urban growth, and how these have influenced the transformation of Barrios Altos. In addition, it allows us to offer an explanation for the particular characteristics of the area under analysis, such as the absence of a regular trace, its delimitation in terms of the evolutionary process, the symbolism that represents the area in the process of urban growth of the City of Lima and its physical-territorial conformation given the addition of the existing sub-barrios.

KEYWORDS

Urban catalyst, catalytic process, urban growth

(*) El presente artículo es parte del trabajo de investigación desarrollado en el Taller de Investigación de Historia de la Arquitectura, a cargo del MSc. Arq. José Beingolea y del MSc. Arq. Enrique Guzmán, en los ciclos académicos 2015-I y 2015-II de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Artes de la Universidad Nacional de Ingeniería.

(**) Bachiller en Arquitectura por la Universidad Nacional de Ingeniería (2015). Participó como alumna de apoyo en el proyecto de investigación Criterios de eficiencia energética en las edificaciones de Lima; Aspectos constructivos y conceptuales previos para evaluarla, a cargo del Arq. Luis Espinoza Castillo (2014). Fue participante del workshop Generando resiliencia en Barrios Altos (2016). Actualmente se desempeña como arquitecta encargada del Área de planificación de equipamientos hospitalarios en la empresa Biomedical Care System. Contacto: rincon245@gmail.com

Desde inicios de la fundación de la Ciudad de los Reyes –Lima–, y la conformación del actual distrito del Cercado de Lima, se han constituido diversos sectores que con el pasar de los años han adquirido la connotación de barrios, tales como Monserrate, Malambito, Manzanilla y los Barrios Altos (Figura 1). El nombre de este último se debe a su ubicación geográfica con respecto de la entonces fundada Ciudad de Lima. La configuración urbana de los Barrios Altos responde a la ocupación de terrenos agrícolas (huertas y estancias) por parte de la población migrante del interior del país, así como a la población inmigrante de otros países que allí se asentó: colonias italiana, china y japonesa, cuya participación como parte de la élite social del barrio fue muy reconocida.

Los Barrios Altos no solo estuvo influenciado por el carácter expansivo territorial que lo conformó, sino por distintos factores propios de cada periodo que atravesó su proceso de crecimiento urbano, los cuales conllevaron una serie de eventualidades que marcaron su evolución y transformación. Estas transformaciones fueron consecuencia del impacto de los catalizadores urbanos, que generaron un proceso catalítico.

Reconocimiento de un catalizador urbano, su proceso catalítico y su influencia en la transformación de una ciudad

Wayne Attoe & Don Logan (1992) definen un catalizador como un elemento urbano que está conformado por la ciudad (su entorno “laboratorio”) y que luego, a su vez, da forma a su contexto. Su propósito es el incremento de regeneración continua del tejido urbano. Cabe resaltar que el catalizador no es un producto final único, sino un elemento que impulsa y guía el desarrollo posterior; por lo tanto, desarrolla una base teórica análoga a un proceso catalítico, en el cual la catálisis es una analogía química de la reactivación para un apropiado proceso de reconstrucción y reestructuración de un contexto a partir de la incorporación de un elemento reactivador. Este elemento debe causar un impacto positivo que genere una construcción urbanística o un proyecto que pueda realizarse en subsecuentes proyectos. Su reacción catalítica acelera procesos urbanos en la forma deseada, lo cual es una efectiva estrategia para la regeneración de zonas en proceso de degradación.

La acción de la catálisis: Revitalización urbana

La teoría de catálisis urbana indica que el diseño puede estar enlazado por lugares a través del estudio de factores contextuales del diseño urbano, los cuales se miden en los aspectos morfológico, social, funcional, perceptual, visual y temporal. Para que la catálisis urbana responda a su entorno, la propuesta debe poseer un fuerte sentido de lugar y autenticidad, que genere el redesarrollo de varias estrategias a partir de diferentes proyectos que guían el proceso de reactivación urbana. Este proceso evita el uso del actual procedimiento de renovación, que consiste en demoler y construir. Esa es la cualidad del redesarrollo de la catálisis: es una aproximación holística, que no contempla eliminar todo para revitalizar el tejido urbano.

Forma de reacción de la catálisis urbana

Una catálisis urbana es un elemento que está formado por el contexto, que a partir de su modificación podría transformarlo con el fin de revivir el tejido urbano (Attoe & Logan, 1992). Las formas de reactivar un entorno urbano dependen de las condiciones de cercanía de servicios, y la ubicación respecto de las redes de movilidad y vinculación con equipamientos; dependiendo de la ubicación de estos elementos, la expansión catalizadora adquiere una forma particular de enlazar las zonas para su transformación.

Los procesos de catalización reaccionan en cadena, e integran situaciones y oportunidades que se incrementan desarrollando tres prototipos de conexión espacial: nuclear, serial y circundante, según las características de su contexto. Así, la reactivación en cadena entre elementos claves puede contribuir de forma expansiva a desarrollar una policentralidad. Aproximadamente en cada periodo de cinco a 10 años, una serie de importantes proyectos podrían ser implementados mediante la combinación entre la iniciativa pública y privada, como respuesta a las conclusiones de las evaluaciones del mercado inmobiliario.

Elementos que componen un carácter catalítico

La introducción estratégica de nuevos elementos puede revitalizar los componentes existentes en los centros urbanos sin necesidad de cambiar radicalmente el carácter y la cualidad de los elementos urbanos que están introducidos y controlados en una cadena que reactiva sobre cada espacio. El diseño catalítico se basa en formulaciones adaptables que se pueden modificar en el transcurso de la reacción del proyecto; la capacidad orgánica de reproducción y respuesta del medio contribuye al desarrollo de instrumentos integradores que se enfocan en la evolución de un conjunto a partir de la modificación de una de sus partes planteada como un sistema integrado.

Los Barrios Altos: Contexto histórico, físico, urbano e identificación de los catalizadores urbanos

Mencionar la conformación del contexto físico de los Barrios Altos implica referirse a la conformación de la Ciudad de Lima, dado que su evolución permitirá reconocer cómo se conforma el proceso de crecimiento urbano de dicho sector.

Fundación, trama y topografía (1535-1600)

El 18 de enero de 1535, se funda la ciudad de Lima. A diferencia del resto de ciudades americanas fundadas por los españoles, la plaza mayor no ocupó el centro de la cuadrícula, sino una más cercana a la orilla del río, para así ejercer control sobre la distribución del agua al resto de la ciudad. Siete años después de la fundación de Lima, se erige el Hospital de Santa Ana, lo cual marca el inicio de la ocupación de la zona rural dentro de la ciudad de Lima, acción que también indica la expansión territorial de Lima y la conformación de nuevas zonas urbanas (Bromley & Barbagelata, 1945). En 1568, al Este de la ciudad, se crea el barrio del Cercado mediante un sistema de reducciones indígenas, con el objetivo de concentrar en un solo lugar a la mano de obra. Este hecho fomentó el crecimiento de la ciudad en dicha dirección, que determinó el inicio de la configuración morfológica de los Barrios Altos.

Después de la fundación, antes de las murallas (1601-1683)

A fines del s. XVI y mediados del s. XVII, se desarrolla una mayor actividad urbana en Lima: hacia 1613 Juan Bromley elabora un plano aproximado de la conformación urbana de la ciudad, trabajo que permitió identificar el crecimiento del área urbana de la ciudad (Figura 2). Para entonces la zona aledaña a la ciudad de Lima, denominada los Barrios Altos, por su ubicación topográfica ya presenta límites definidos: por el Este colinda con el barrio del Cercado o Reducción del Cercado de Santiago; por el Oeste, con el barrio Santa Ana; y por el Norte y Sur, con terrenos agrícolas (huertas y haciendas). En el interior de los Barrios Altos, se empezó a albergar una cantidad significativa de monasterios: Santa Catalina (1624), Del Carmen (1627), Capilla de Nuestra Señora de las Descalzas (1629), Del Prado (1640) y De las Trinitarias (1682). Así como se genera una acelerada edificación de carácter religioso, se erige también en Lima el afamado Colegio de Santo Tómas (1645), el cual fue mandado a construir por el virrey García Sarmiento de Sotomayor (Figura 3).

La ciudad amurallada (1684-1872)

Hacia finales del s. XVII se construyen las murallas de la ciudad, las cuales se conservaron alrededor de 200 años. De esta manera la ciudad queda perimetralmente amurallada y comienza a consolidarse la ciudad mediante la subdivisión de cada antiguo solar en tres o cuatro lotes. Debido a que los Barrios Altos presentaba una ubicación estratégica, ya que conectaba directamente la plaza Mayor, núcleo del poder colonial, con el centro y sur del Perú a través de las portadas Maravillas, Barbones y Cocharcas, se convirtió en una zona de expansión urbana natural, pues transitaban por sus calles personas y mercaderías (Reyes Flores, 2015, p. 32). Así, en los terrenos ubicados a ambos lados de los caminos de mayor tránsito (Áncash, El Carmen y la paralela a El Carmen, así como las vías transversales a estas últimas) comenzaron a construirse edificaciones, aunque en el interior de la manzana a la cual pertenecían aún existían áreas agrícolas (Figura 4). Asimismo, se dotó a la ciudad de servicios públicos como transporte colectivo, ornato, salubridad, iluminación y mercadeo de productos de primera necesidad (Figura 5). La pronta demolición de las murallas era ya impostergable. A finales de la década de 1860, Lima se ve liberada de estas por decisión del presidente José Balta: se derribaron casi en su totalidad hacia 1870-1872.

Expansión y nueva urbanidad (1872-1930)

A partir de 1880 se pone en marcha el proyecto de expansión para la “nueva” ciudad en el valle de Lima. El ideal de las reformas haussmanianas se basaba en la creación de grandes alamedas y bulevares que remataban en anillos concéntricos y grandes espacios públicos. Para crear estas vías y darle un nuevo perfil a la ciudad, se utilizaron los espacios dejados por las anchas murallas y sus alrededores, donde se generaron los primeros grandes ejes, que además servirían para la futura expansión de la urbe. El ensanchamiento del casco antiguo incentivó el crecimiento acelerado de la ciudad a través de importantes ejes, como las avenidas Progreso (hoy Venezuela) –conexión del centro de Lima con el Puerto del Callao– y Leguía (hoy Arequipa) –conexión del centro con el balneario de Miraflores–. Cabe mencionar que, acorde a la propuesta del Sr. Meiggs, se acordó modificar el trazado de algunas calles con respecto a sus secciones: así la alameda de Circunvalación, vía trazada luego de la destrucción de la muralla, nuevo borde o límite entre los barrios de La Victoria y los Barrios Altos, se convirtió en las actuales avenidas Grau y Alfonso Ugarte. Años más tarde se vería oportuno unir estas arterias a través de los terrenos de la Exposición, tras lo cual se dio una nueva denominación a dicha avenida: 9 de Diciembre (1905), actualmente conocido como Paseo Colón (Barbagelata, 1945, pp. 87-89).

Migración, infraestructura y equipamiento (1931-1970)

Entre los años 1930 y 1970, se consolida la ciudad de Lima como una verdadera metrópoli, luego de la masiva migración de pobladores pertenecientes a todos los sectores socioeconómicos desde la década de 1950, que produjo un gran fenómeno de vivienda y comercio informal. El centralismo imperante en el país desde la época colonial se hacía muy evidente frente a las pocas oportunidades de educación, cultura, salud y trabajo que ofertaban el resto de ciudades. Lima posterior a la década del 40 se desarrolló en medio de un plan aplicado a medias. Sin embargo, se debe reconocer que los efectos del plan han terminado por alterar la fisonomía y contenido del área central, mientras que entre los años 50 y 70, con el objetivo de su “modernización”, debido a la ampliación y el ensanchamiento de la red vial (avenidas Abancay, Tacna y Emancipación), y la acentuación del proceso de verticalización edilicia no solo al borde de estas vías, sino en el centro mismo, se demolió y desapareció gran parte del patrimonio histórico edilicio y urbano de raíz colonial (Figura 6). Así mismo, los Barrios Altos, entre 1900 y 1950, fue una zona del Cercado de Lima que lindaba con la autosuficiencia, pues sus habitantes disponían de una serie que equipamientos y servicios que influyeron en que no salieran de ese espacio, donde podían satisfacer sus necesidades. Por ejemplo, el Jueves Santo las familias con facilidad podían cumplir la visita a siete iglesias sin salir de los Barrios Altos (Figura 7). Lo que le da vida a esta dinámica popular es la trama urbana social de sus callejones que, impertérritos, desafían al tiempo, y la desidia de las autoridades municipales y los sucesivos gobiernos (Reyes Flores, 2004, p. 231).

Desborde, densificación y reciclaje (1971-2000)

Con la llegada de los años 70, el centro histórico se ve afectado básicamente por un uso comercial e institucional –aparecen construcciones nuevas de interés comercial que no muestran el más mínimo respeto por su contexto–, y la tugurización de sus casonas, que van colapsando con el paso de los años. En los años 80, Lima atraviesa la crisis más severa de su vida republicana, asimilando en su ser muchas identidades culturales, sociales, económicas, urbanas y arquitectónicas: la ciudad formal y la informal, urbanizaciones y barriadas, forman parte de un gran todo urbano. Los noventa son años donde Lima posee ya más de siete millones de habitantes, y le cuesta seguir creciendo horizontalmente, entre otros problemas (Kahatt, 2014, p. 41). Es por eso principalmente que la ciudad vuelve a minarse y busca “salvarse” del deterioro total del centro, lo que trae consigo la recuperación de su casco histórico para los negocios y el turismo. Ello debido al reconocimiento obtenido por la UNESCO el 12 de diciembre del año 1991 como Patrimonio Cultural de la Humanidad (Figura 8): a partir de este hecho la ciudad empieza a generar una serie de reglamentos para normar y gestionar su centro histórico, incluidos el Rímac y los Barrios Altos (Figura 9).

Lima hoy (2000 - 2015)

Durante los últimos 15 años, Lima y sus alrededores han experimentado un crecimiento explosivo, disperso y espontáneo. Este no solamente ha tenido lugar en los barrios populares –céntricos y periféricos–, sino en sus zonas más consolidadas, debido a los efectos de la especulación inmobiliaria y la necesaria densificación. En las nuevas obras y proyectos se percibe, sin duda, la falta de una visión ciudadana coherente e inclusiva, lo cual resulta alarmante y está convirtiendo a la mayor parte de Lima en una gran urbanización carente de urbanidad.

En los últimos años de auge económico, Lima alberga cerca de 10 millones de habitantes –casi un tercio de la población del país –sin producir urbanidad. La nueva vivienda colectiva se está construyendo en barrios cerrados (condominios de 1,000 familias), sin servicios ni equipamientos sociales. Por otra parte, cerca de dos tercios de esta población vive en áreas que han surgido hace algunas décadas como “barrios marginales” o son urbanizaciones improvisadas carentes de servicios. Frente a esta situación, resulta paradójico que muchos de estos barrios, a pesar de sus serias carencias de equipamiento e infraestructura, ofrezcan la posibilidad de obtener características urbanas notables, por sus condiciones abiertas y cambiantes, pero sobre todo porque trabajan sobre una trama abierta, esencial para crear urbanidad. Quizá por ello estos barrios hoy representan la esencia de la nueva cultura urbana de Lima, y en ellos se construye la nueva identidad del país.

El recuento del proceso histórico de los Barrios Altos muestra una conexión directa con el Centro Histórico de Lima. Asimismo, la identificación de los catalizadores urbanos en los subsectores de los mismos Barrios Altos permite el reconocimiento de la cantidad de barrios y/o sectores internos que han surgido desde el inicio de su conformación.

En el proceso de investigación y análisis del proceso de crecimiento urbano de los Barrios Altos, se identificó 16 barrios internos: Casco Antiguo, La Concepción, Santa Rosa de las Monjas, Santa Catalina, Casco Nuevo, Del Chirimoyo, Santa Ana, La Buena Muerte, Santa Clara, Del Carmen, Del Prado, Cocharcas, Mercedarias, Centro Escolar, Santo Cristo y Del Cercado (Figura 10). La identificación de estos barrios se generó por la presencia de un catalizador cuya jerarquía marca la propia identificación del barrio; en ese sentido, los monasterios y conventos representan un legado muy importante dentro de los Barrios Altos: es con el nombre de los mismos que se ha reconocido a los barrios existentes. Cada barrio interno presenta un proceso catalítico propio, pero a la vez complementario con los barrios adyacentes a estos, lo cual implica un proceso catalítico de modo cadena (Figura 11), donde se realizan las centralidades de los propios barrios internos e interactúan con el conjunto de catalizadores urbanos presentes en ellos.

Análisis y desarrollo del impacto de los catalizadores urbanos en los barrios internos de los Barrios Altos (casos: Casco Antiguo, Santa Ana y Santa Catalina)

Barrio Casco Antiguo

Plaza de la Inquisición

Actualmente denominada plaza Bolívar, fue conocida en tiempos de fundación de la ciudad como Plaza del Estanque, porque en ella había un estanque de agua de poca profundidad. Años más tarde, el virrey Diego de Zúñiga y Velasco, conde de Nieva, construyó en ella una caja de agua que se denominó De la Caridad, de la cual se surtían de agua los monasterios, conventos, edificios y fuentes públicas de la ciudad de Lima. Hacia fines del siglo XVI fue denominada plaza de las Tres Virtudes Cardinales y, más comúnmente, Plaza de la Inquisición (Figura 12).

En la época colonial la plaza estaba muy descuidada por la presencia en ella de un mercado de abasto. Tenía una forma irregular, que ensanchaba hacia el Oriente en forma de trapecio. Al decretarse el establecimiento del primer Congreso Constituyente del Perú, en el local de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), se ordenó el traslado del mercado a otras plazas mientras se construyese un edificio adecuado para tal fin. Durante la gesta emancipadora, se procedió a utilizar otras denominaciones para esta misma plaza. Así, se le denominó Plaza de la Universidad y, con mayor propiedad, Plaza de la Constitución, vinculada al primer Congreso Constituyente del Perú. El 12 de febrero de 1825, se decretó la colocación del monumento a Simón Bolívar en la plaza, para lo cual se convocó mediante los periódicos a un concurso de artistas para la confección de la estatua y el pedestal. En 1949 la plaza fue sustancialmente transformada por la construcción de la Av. Abancay. Desgraciadamente esa obra implicó la destrucción de numerosos inmuebles coloniales, como el Convento de San Francisco, cuya volumetría inicial sufrió una división.

Hoy en día al transitar por la Avenida Abancay en dirección al parque Universitario, se observa en el centro de la primera cuadra de esta avenida un lote correspondiente al Convento San Francisco, actualmente llamado local de la tercera orden Franciscana, y cruzando el Jr. Áncash, se puede observar la actual Plaza Bolívar casi de forma cuadrangular con la única diferencia que se muestra enrejada sin permitir un tránsito público hacia esta.

Impacto de los catalizadores urbanos

El barrio Casco Antiguo está situado perimetralmente entre la Av. Abancay, el Jr. Amazonas, el Jr. Andahuaylas y el Jr. Junín; corresponde a la zona de los Barrios Altos que se toma en consideración luego del ensanche de la Av. Abancay. El barrio es también conocido por la ubicación del Tribunal del Santo Oficio, la Real Universidad de Lima (luego UNMSM) y la Iglesia de la Caridad (Figura 13).

Estas edificaciones, en conjunto, conforman parte de los catalizadores urbanos del barrio, que generan un impacto de diversa índole.

En el aspecto social, se debe tomar en cuenta el uso comunitario de la plaza, cuyo nombre cambió con el pasar de los años en función a la imponencia de los equipamientos existentes, por ejemplo: Plaza de la Inquisición, por la ubicación del Tribunal del Santo Oficio (s. XVI); Plaza de la Constitución (s. XIX); y la Plaza Bolívar, en conmemoración al monumento que representa al libertador Simón Bolívar, nombre planteado por el Congreso de la República.

En cuanto al aspecto educativo, el barrio concentró desde la Colonia un número mínimo pero representativo de instituciones educativas, tales como las primeras universidades y colegios de Lima, entre ellos La Real Universidad de Lima frente a la plaza de la Santa Inquisición, donde actualmente está ubicado el Congreso de la República, la misma sede que luego pasaría a formar parte de la UNMSM. En la actualidad dichas instalaciones son archivos de la biblioteca de la mencionada universidad. Se encuentra también allí el colegio San Idelfonso, primer colegio fundado por las órdenes religiosas; en el periodo de 1665-1669, se ampliaron las materias (Artes, Teología y Escritura sacra). Posteriormente pasó a ser la Universidad y Hospital de Clérigos. En 1823 el Soberano Congreso dictó el cierre de los noviciados, y este pasó, junto con otros, a manos del Estado. Ya en el año 1918, bajo el gobierno del presidente José Pardo y Barreda, se fundó por Decreto Supremo la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú en el mismo inmueble.

También existió presencia administrativa durante los periodos del proceso de crecimiento de los Barrios Altos: el barrio Casco Antiguo se caracteriza por haber acogido entidades públicas: el Tribunal del Santo Oficio (1684-1872); el Palacio Legislativo (1872-1949) y el Museo de la Santa Inquisición (1949-1990).

Con respecto al crecimiento urbano, el trazado de la trama tipo damero de la Ciudad de los Reyes abarca hasta los límites del barrio Casco Antiguo, lo que indica la presencia de un fenómeno de crecimiento suburbano, ocasionado por la oportunidad que ofrecía la realización de infraestructura pública, tal como la ubicación del tribunal del Santo Oficio y los demás entes públicos existentes en el barrio.

Es así que el análisis del proceso catalítico de dicho barrio, colindante con el barrio La Buena Muerte y La Concepción, reside en que alberga catalizadores urbanos de tipo administrativo (el Congreso de la República), educativo y comercial, tal como se muestra en la línea de tiempo de los catalizadores urbanos (Figura 14). Cada uno de los catalizadores existentes y que existieron presentan una tipología y un carácter urbano que los identifica, que con el paso del tiempo han atravesado respectivos procesos catalíticos, por lo que se han identificado como proyectos de reactivación urbana (Tabla 1).

La interacción del barrio Casco Antiguo con los barrios vecinos se genera mediante las características potenciales que poseen estos, tal como muestra la Tabla 2; por ejemplo, el caso del barrio La Concepción, que interactúa con los barrios adyacentes y los más alejados a nivel comercial (ubicación del primer mercado de abastos de mayor escala en los Barrios Altos); con el barrio Santa Ana a nivel de salud, espacio público y vial, y así respectivamente. Si bien el barrio Casco Antiguo posee una plazuela de uso público, este ha sido expropiado por el catalizador administrativo –Congreso de la República– ubicado al frente, que cuenta con un enrejado perimetral que impide el paso al público en general.

Barrio Santa Ana

Plaza de Santa Ana

Este espacio estuvo demarcado inicialmente por la presencia del oráculo del asiento del cacique del Rímac, y se adaptó posteriormente a la trama rígida que impusieron los fundadores españoles; los caminos, las huacas y las acequias del curacazgo.

En 1548 se realizaron modificaciones en las dimensiones de la plaza por solicitud de un vecino, con el propósito de que sirva como espacio de recibo a los hospitales aledaños. Posteriormente la plaza estuvo ocupada por una carnicería que atendía a escala vecinal, que fue reemplazada, a principios del s. XVII, por un pequeño mercado de abastos, que en 1622 fue complementando con un camal, y funcionó hasta el s. XIX. En 1851 se edificó allí el primer mercado de abastos capitalino, donde se trasladaron los tiangüeses de la Plaza de Armas y de Santa Ana. Posteriormente, entre 1903 y 1908, la plaza fue ocupada por los puestos de los mercados de La Concepción y La Aurora, mientras estos eran remodelados. Esta nueva ocupación de la plaza por parte de comerciantes ocasionó la destrucción de sus jardines.

En el aspecto de ornato público, en 1617, la plaza fue intervenida para colocar la pileta que luce hasta la actualidad. Más adelante, fue objeto de numerosas remodelaciones. En 1908 se colocó un nuevo monumento y se cambió el nombre de Plaza Santa Ana por el de Plaza Italia. Entre 1956 y 1958 se modificaron el trazado y la morfología de la plaza, incorporar otros elementos, como nuevas bancas de mármol y el plantado de palmeras Arecka, de 20 años. Los cambios que la plaza sufriría posteriormente se dieron en las edificaciones del entorno, tanto en el ámbito formal como en el funcional (Herrera, 2005, pp. 175-176).

Si bien el centro del barrio se reconoce por el vistoso espacio público, existieron edificaciones arquitectónicas que marcaron la transcendencia histórica del barrio Santa Ana, el primer barrio que se conformó luego de la fundación de la Ciudad de Lima, donde estuvieron emplazados el hospital y la iglesia del mismo nombre, ambos catalizadores urbanos que determinaron la fundación del barrio en 1558.

Impacto de los catalizadores urbanos

El barrio Santa Ana está comprendido perimetralmente por el área ubicada entre los jirones Paruro, Cuzco y Cangallo, y parte de las manzanas paralelas ubicadas entre los jirones Junín y Huanta (Figura 15).

Este barrio es considerado un hito y un nodo de gran importancia en los Barrios Altos, pues allí se concentran desde niños hasta adultos mayores para realizar diversas actividades culturales, sociales y religiosas. La diversidad del equipamiento disponible permite considerar a este barrio como el más completo (cultos religiosos, educación, salud, recreación, espacio público, seguridad).

Además, su cercanía a la zona comercial de los Barrios Altos le otorga potencial de desarrollo económico a menor y mayor escala.

Fue el primer barrio donde se ubicaron los nosocomios, en ese entonces clasificados en función al sector de la población que allí se atendía: el hospital Santa Ana, donde se trataba a indios; el Real San Andrés, donde se trataba a españoles; y el San Bartolomé, donde se trataba a la población negra. Esta jerarquía cambió progresivamente con el incremento de los nosocomios en barrios aledaños. Así mismo, el reúso de algunos de estos centros generó un nuevo foco de atención para la población vecina y externa al Centro Histórico de Lima. Tal es el caso del Hospital de la Maternidad de Lima, cuyos servicios se encontraban dentro de las instalaciones del Hospital Santa Ana. Con el transcurrir de los años sería completamente renovada de acuerdo a las necesidades de la población, mientras que el Hospital Real San Andrés no tendría el mismo destino: atravesaría periodos de abandono y reúso, y viceversa. Así mismo, Santa Ana albergó al primer colegio de medicina. Hoy en día existe un nuevo centro educativo exactamente en el mismo lugar donde estuvo el antiguo Colegio de Medicina, que tuvo que cambiar de ubicación cuando aumentó la demanda de parte de los estudiantes.

En cuanto a la seguridad ciudadana, la existencia de la comisaria San Andrés contribuye a brindar a los vecinos la sensación de seguridad en su día a día. Este catalizador realiza una ardua labor debido a su radio de atención, dado que es la única comisaria que atiende las necesidades de gran parte de los Barrios Altos.

En el núcleo de la centralidad del barrio (la Plaza Italia) están ubicados dos importantes centro de recreación desde mediados del siglo XX, el Teatro Unión y el Cine Francisco Pizarro. Su ubicación estratégica, uno frente al otro, en el centro de la plaza, causa que tengan una marcada influencia en el uso del espacio público, especialmente respecto a la recreación de los vecinos.

El barrio Santa Ana se fundó con la finalidad de controlar la población ubicada en parte más alta de la Lima de entonces (con respecto al damero). Este se equipó con centros de servicios de primera necesidad para la ciudad: comercio, salud, recreo. Su modo de crecimiento urbano del tipo suburbano, tuvo lugar como consecuencia de la presencia de los catalizadores mencionados, que marcó el inicio de la expansión y conformación de los Barrios Altos hacia la zona Este, Sur y Norte del barrio.

Dicho barrio fue creado en 1558, con la construcción de la iglesia y el hospital del mismo nombre. Ubicado entre los jirones Paruro, Cuzco y Cangallo, colindante con manzanas aledañas de los barrios La Buena Muerte y Santa Clara, fue demarcado inicialmente por la presencia del oráculo del asiento del cacique del Rímac, y adaptado posteriormente a la trama rígida de los fundadores.

La interacción del barrio Santa Ana con los barrios colindantes (La Concepción, Santa Clara, Chirimoyo, El Carmen, La Buena Muerte y Cocharcas) genera un proceso catalítico de modo expansivo, tal y como se caracteriza su conformación urbana; cada interacción de barrios que se desarrolla se muestra en la línea de tiempo de los catalizadores urbanos (Figura 16).

Cada uno de los catalizadores existentes y que existieron presentan una tipología y un carácter urbano que los identifica, y que a su vez con el tiempo has atravesado respectivos procesos catalíticos, por lo que se han identificado como proyectos de reactivación urbana (Tabla 3)

La interacción del barrio Santa Ana con los barrios vecinos, como se muestra en la Tabla 4, depende de las características potenciales de estos. Por ejemplo, en el caso del barrio La Concepción, este interactúa con los barrios adyacentes y los más alejados especialmente a nivel comercial (allí está ubicado del primer mercado de abastos de mayor escala en los Barrios Altos), el barrio Santa Clara a nivel de espacio público y vialidad, y así respectivamente.

El barrio posee una mayor jerarquía como tal, ya que fue uno de los primeros en fundarse, inmediatamente después del damero de Pizarro, así como el primero que albergó catalizadores de diversa tipología. En la actualidad muchos de esos catalizadores han sido reciclados, otros se encuentran en desuso y algunos han sido demolidos para ser reemplazados por nuevas edificaciones.

Barrio Santa Catalina

Monasterio de Santa Catalina

En 1624 tuvo lugar la fundación del monasterio de Santa Catalina, el cual, después de La Concepción y Santa Clara, contó con el mayor número de monjas. La iglesia se levantó en sustitución de la capilla de Nuestra Señora de Loreto, que existía en la actual esquina de los jirones Puno y Huaylas.

Evolución histórico-arquitectónica

El 26 de noviembre de 1646, Juan de Mansilla concertó con la abadesa de Santa Catalina la edificación del claustro, el cual constaría de dos plantas. En la primera se repartirían ocho pilares; sobre esta arquería y sobre los pasadizos interiores se levantarían 32 bóvedas de arista. La segunda planta correspondía al diseño de los grandes claustros limeños, con óvalos sobre sus pilares inferiores y arcos de menor diámetro que los bajos. La planta fue trazada por el mercedario fray Pedro Galeano, a quien corresponden las trazas del coro bajo, la escalera del coro alto y las cubiertas de este último. La iglesia era de una sola nave, cubierta de tablas y con capilla mayor de bóveda. Años después se colocaron los azulejos hechos por Juan de Corral. El retablo mayor, de estilo barroco, fue comenzado por Asencio de Salas, quien no pudo concluirlo.

El 9 de octubre de 1639 el maestro de albañilería Juan Rodríguez de Montañés concertó con Diego Gómez Morato el labrado de las cubiertas abovedadas en el monasterio. Señala el Padre San Cristóbal (Coronado, 2008, pp.105-106) que el coro de Santa Catalina, con bóvedas rebajadas, precede en más de 30 años al de San Francisco. Este representa la obra de mayor envergadura entre las de su clase edificada en el Perú: supera en anchura y longitud a los coros de La Merced y San Francisco. El terremoto de 1746 redujo a escombros el monasterio, que en la reconstrucción la disposición del templo, paralelo a la plaza, dos portadas y el esquema interior de la iglesia continuó siendo el mismo del s. XVI.

Estado actual

Tras la apertura del Jirón Puno, la capilla mayor fue reducida a la tercera parte de su tamaño, y parte del claustro original fue demolido para la construcción del nuevo noviciado. Su espadaña es la única que aún se conserva de estas iglesias monacales, aunque mutilada en su diseño original. Actualmente remata la espadaña en una cornisa quebrada y arqueada de traza barroca, entre los pináculos originales, mientras que, según el concierto notarial, todo se remataba con arquitrabe, friso y cornisa, y su frontispicio en punta, de manera triangular (Coronado, 2008, p.107).

Impacto de los catalizadores urbanos

El barrio Santa Catalina está delimitado perimetralmente por el Jr. Cusco, el Jr. Paruro, la Av. Grau y prolongación, y la Av. Abancay. Su centralidad como barrio se encuentra en la Plaza Santa Catalina, una de las más grandes y curiosas: se trata de una plazuela-pampa, sin jardines, sin pila ni casas de mayores dimensiones, que fue uno de los puntos de entrada a la urbe de Lima durante el período amurallado de la ciudad. La plaza lleva ese nombre por la presencia del monasterio de Santa Catalina de Siena.

Frente al monasterio, separados por el Jr. Andahuaylas, se puede apreciar el Cuartel o Fuerte de Santa Catalina, que fue edificado en los terrenos hasta entonces conocidos como “Huerta de los Llanos”, y “Huerta Perdida” o del “Cuero”, los cuales pertenecían a los monasterios de Santa Catalina de Siena y La Concepción respectivamente (Figura 17). En 1806, siendo virrey Fernando de Abascal, ante la amenaza de invasión inglesa, se edificó el antiguo Cuartel de la Concordia, en terrenos próximos al Monasterio de Santa Catalina. Su planta inicial era cuadrada, con torreones en las esquinas, y estaba rodeado por un grueso muro en talud. La prolongación de la Avenida Nicolás de Piérola, realizada en el s. XX, significó la división y fragmentación de dicho cuartel, del cual se conservan el edificio principal, la cuadra de oficiales, la galería, la capilla de Santa Bárbara y uno de los cuatro torreones defensivos. El cuartel de Santa Catalina guarda un alto valor estético, arquitectónico y tecnológico, testimonio de su época. Actualmente la edificación es propiedad del Instituto Nacional de Cultura (Figura 18).

En el mencionado barrio es constante la concentración de la población en su plaza central, para realizar actividades varias, incluido el uso militar, frecuente por la cercanía al Cuartel de Santa Catalina. Hacia el s. XX, la llegada de los cines-teatro, como el Cine Bolívar y América, ambos ubicados en el mismo barrio, contribuyó a mantener la actividad continua en el espacio público. En la actualidad la plaza está cercada para evitar que sea invadida por el comercio ambulatorio, usual en este barrio identificado como de carácter comercial.

En el aspecto comercial-económico, cuando el barrio aún comenzaba a formarse, mediante un proceso expansivo influenciado por el barrio vecino La Concepción, muchos de los pobladores migrantes consideraron conveniente abrir pulperías o chinganas; el alquiler de los inmuebles era lo suficientemente accesible como para generar ingresos. El crecimiento urbano de la ciudad hace que el barrio Santa Catalina sea un lugar estratégico: por allí ingresaban y salían los insumos destinados al comercio zonal, lo que privilegió y trajo bonanza al barrio.

En cuanto a la seguridad ciudadana, se edificó el Cuartel de Santa Catalina, para resguardar a la ciudad ante la amenaza de invasión extranjera. Hacia inicios del s. XX, el cuartel sufrió un cambio en su volumetría: esta fue dividida y atravesada por la prolongación de la Av. Nicolás de Piérola, lo cual cambió por completo su conformación. No obstante, conserva su rol de catalizador imponente, ya que en la actualidad lo que queda de este ha sido restaurado y puesto en valor monumental: se emplea para fines educativos y culturales. Luego de la apertura de la prolongación de la Av. Nicolás de Piérola, se edificó el penal San Jorge, uno de los centros penitenciarios de alta seguridad de Lima.

Por tratarse de una zona comercial de elevada concentración, los comerciantes requieren un área de carácter residencial cercana a su centro de labores: para suplir esta demanda, en todo el eje del Jr. Paruro se construyeron edificios de hasta cinco niveles, los primeros multifamiliares edificados en los Barrios Altos.

La vialidad mejora debido a la prolongación de la Av. Nicolás de Piérola, y trajo consigo la edificación de nuevos catalizadores urbanos (un centro educativo y otro penitenciario). Así mismo, se buscó que la ex Av. La Central continúe y se conecte con la Av. Grau.

El crecimiento urbano del barrio es de tipo suburbano, por la presencia del Monasterio de Santa Catalina y, posteriormente, del emblemático cuartel que lleva el mismo nombre. Hacia mediados del s. XX, cuando los avances modernos de la ciudad de Lima se centraban en la realización de obras viales de gran envergadura, el barrio Santa Catalina sufrió una división muy notoria, consecuencia de la realización de la prolongación de la Av. Nicolás de Piérola, se conectaría con la ex Av. Circunvalación, hoy Vía Expresa Grau.

Proceso catalítico

El proceso catalítico identifica los inmuebles arquitectónicos según su tipología edilicia y cómo están involucrados en la reactivación urbana del barrio (Tabla 5).

La interacción del barrio Santa Catalina con los barrios vecinos está determinada por las características potenciales de estos, tal como se muestra en la Tabla 6. Por ejemplo, en el caso del barrio del Chirimoyo, estos interactúan por su homología en términos de educación y residencia, mientras que con el barrio Cocharcas comparte el mismo borde limítrofe, vía expresa Grau (Figura 19). El barrio Santa Catalina posee una clara potencialidad en el aspecto vial, religioso y cultural, dado que en él se encuentran ubicados el cuartel y la iglesia del mismo nombre.

Conclusiones

Desde el punto de vista analítico, puede afirmarse que los procesos de transformación en los Barrios Altos han sido originados por el impacto de los diversos catalizadores urbanos –tanto arquitectónicos como urbanos–, cuyas reacciones se han generado por procesos catalíticos (en un periodo determinado dentro del crecimiento urbano que rige en los Barrios Altos y el resto de la ciudad). Mediante el análisis de cualquiera de los catalizadores urbanos identificados, es posible comprobar una influencia de cambio tanto dentro del barrio al que pertenece como en los Barrios Altos.

Estos procesos de transformación son consecuencia inmediata de los procesos catalíticos que se generan individualmente o en conjunto; tal es el caso de las intervenciones en las plazuelas existentes en los Barrios Altos, llevadas a cabo por diferentes gestiones municipales. La presencia de estas plazas, individualmente, genera una catálisis, no solo en el barrio al que pertenecen, sino a nivel macro, en conjunto, en los Barrios Altos. Por ejemplo, las intervenciones realizadas en las plazuelas ubicadas en el eje del Jr. Áncash durante la gestión municipal de la alcaldesa Susana Villarán, cuyas propuestas de diseño se elaboraron mediante un concurso público internacional –Tratamiento Integral de Cinco Espacios Públicos en el eje Jr. Áncash, Centro Histórico de Lima–. El objetivo de dicho concurso era recoger ideas creativas e innovadoras para intervenir en el proceso de renovación urbana del Centro Histórico de Lima, para así contribuir a la comprensión del centro histórico como un espacio vivo, susceptible de ser reinterpretado, enriquecido, y renovado a través de nuevas propuestas y modelos de arquitectura.

En ese sentido, se puede concluir que la totalidad de los catalizadores urbanos actúa como reactivador de la zona donde cada uno de estos se encuentra ubicado, mediante un proceso catalítico específico.

Entre estos catalizadores, se puede identificar dos tipos: por un lado, aquellos que son reciclados en el transcurso de su vida edilicia sin que su aspecto global cambie por completo; por otro, los que desaparecen (demolición) para dar lugar a un nuevo catalizador. En el segundo caso, el proceso catalítico de una nueva edificación que reemplace a la demolida no siempre es positiva, y es posible que no tenga el impacto deseado para el barrio donde se ubique, tras la pérdida de la función inicial para la que fue construido.

Por lo general, el abandono o desuso de un catalizador urbano cuya importancia fue mayor en un periodo diferente al de su fundación puede ocasionar la pérdida de su valor edilicio por la falta de propuestas de reactivación de estos, y convertirlos en simples depósitos comerciales o playas de estacionamiento, como en el caso del Teatro Mazzi, en el barrio Santa Ana; y el Cine-Teatro Conde de Lemos, en el barrio Cocharcas.

Asimismo, es importante reconocer que en los Barrios Altos los catalizadores urbanos que dieron inicio a su formación y a sus primeras transformaciones fueron los monasterios y conventos, elementos que introdujeron nuevos esquemas en los distintos aspectos de potencialidades de cada barrio, y llegaron a cumplir diversas funciones en un periodo determinado, así como las plazuelas en un aspecto urbano-ambiental.

Finalmente, cabe mencionar que esta investigación deja abierta la posibilidad de seguir desarrollándose, ya que los catalizadores urbanos están siempre en constante catálisis, por lo que es posible desarrollar futuros trabajos que profundicen y complementen el conocimiento respecto de los valores arquitectónicos que albergan los Barrios Altos, a fin de contribuir a la toma de conciencia sobre la importancia de la propia historia, y cómo sus catalizadores urbanos son constantemente transformados para poder hacer posible su propia conservación patrimonial.

Referencias

Attoe, W. & Donn, L. (1992). American urban architecture: Catalysts in the design of cities. Berkeley: University of California Press.

Bromley, J. & Barbagelata, J. (1945). Evolución urbana de la ciudad de Lima. Lima, Perú: Consejo Provincial de Lima.

Coronado, M. (2008). Estudio histórico-arquitectónico de los monasterios de monjas limeños virreinales. Investigación. Lima, Perú: Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Artes, Universidad Nacional de Ingeniería.

Herrera V., C. (2005). Espacios públicos, gestión y renovación urbana en Lima. Procesos e impactos. Lima, Perú: HOZLO.

Kahatt, S. (2014). Lima: Cinco siglos de orden y caos. Breve recuento de crecimiento y transformación socio-espacial. Recuperado de http://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4853272.pdf

Reyes, A. (2004). Los Barrios Altos: Un espacio de Lima. Siglos XIX - XX. Recuperado de http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/boletinira/article/viewFile/11434/11951

Reyes, A. (2015). Barrios Altos: La otra historia de Lima. S. XVIII-XX. Lima, Perú: Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional de San Marcos.

Telefónica del Perú S.A. (1994): Guía de calles de Lima Metropolitana. Lima, Perú: Telefónica del Perú S.A.

Figura 1. Delimitación de los Barrios Altos en el marco del Centro Histórico de Lima.

Google Earth, 2015.

Figura 2. Plano de Los Barrios Altos en el plano del Cercado, 1613.

Elaboración propia sobre la base del plano de la ciudad de Lima en 1613 y, Bromley y Barbagelata (1945), 2015.

Figura 3. Plano de los catalizadores urbanos de los Barrios Altos hasta 1613.

Elaboración propia sobre la base del Plano de la ciudad de Lima en 1613; Bromley y Barbagelata (1945), 2015.

Figura 4. Plano de Lima (1859) – Antonio María Dupard.

Bromley Barbagelata (1945). Recuperado de http://4.bp.blogspot.com/-OQAj2FchJoI/T_Y6zGoEQtI/AAAAAAAAA8k/3QoUUJIcWgc/s1600/3.+Plano+de+Lima+1859.jpg

Figura 5. Plano de los catalizadores urbanos de los Barrios Altos hasta 1872.

Elaboración propia sobre la base del Plano de Lima por P.V. Jouanny (1872), 2015.

Figura 6. Plano de Lima (1924) – Plano Panorámico de Lima.

Bromley Barbagelata (1945). Recuperado de http://1.bp.blogspot.com/-BKnYBLnuE9I/TxC6nJkCe8I/AAAAAAAAADE/ppauvRRUKkw/s1600/4224486410_1ca35f22c7_o.jpg

Figura 7. Plano de los catalizadores urbanos de los Barrios Altos hasta 1935.

Elaboración propia sobre la base de la triangulación Geodésica del Servicio Geográfico del Ejercito (Cuerpo Técnico de Tasaciones del Perú), 2015.

Figura 8. Plano de las intervenciones municipales en las Zonas de tratamiento del Plan Maestro del Centro de Lima (1998) – Ordenanza Metropolitana N° 201.

Diario El Comercio, El Centro Histórico de Lima: Un olvido Monumental.

Figura 9. Plano de los catalizadores urbanos de los Barrios Altos hasta 1994.

Elaboración propia sobre la base de la Guía Metropolitana de Lima (1994), 2015.

Figura 10. Plano de los barrios internos de Los Barrios Altos.

Elaboración propia sobre la base del Plano Catastral de la Municipalidad de Lima, 2015.

Figura 11. Plano de proceso catalítico y centralidades de los barrios internos en los Barrios Altos.

Elaboración propia sobre la base del Plano Catastral de la Municipalidad de Lima, 2015.

Figura 12. Plaza de la Inquisición, con su forma trapezoidal.

Recuperado de http://www4.congreso.gob.pe/museo/plaza_inquisicion.html

Figura 13. Plano de proceso catalítico del barrio Casco Antiguo.

Elaboración propia sobre la base del Plano Catastral de la Municipalidad de Lima, 2015.

Tabla 1. Clasificación de los catalizadores urbanos del barrio Casco Antiguo

Catalizador urbano

Periodo

Tipología arquitectónica

Carácter urbano

Catálisis urbana

1

Real Universidad De Lima

1535-1683

Educación

Demolido

Se edifica el Palacio Legislativo

2

Universidad de San Marcos

1535-1683

Educación

Hito

Reciclado

Actual archivos de la Biblioteca de la UNMSM

4

Colegio San Idelfonso

1535-1683

Educación

Hito

Reciclado

Escuela Nacional de Bellas Artes

9

Iglesia de la Caridad

1535-1683

Religioso

Demolido

Se edifica el Palacio Legislativo

11

Beatario Viterbo

1535-1683

Religioso

Demolido

Actualmente se ubica el Mercado San Idelfonso

21

Hospital de Santa María de la Caridad

1684-1872

Salud

Reciclado, demolido

Parte de sus instalaciones fue usado para ser Hospital de la Maternidad de Lima, actualmente existe en su lugar el Palacio Legislativo

22

Hospital de Sacerdotes San Pedro

1872-1949

Salud

Reciclado

Escuela Nacional de Bellas Artes

40

Casa de las Trece Monedas

1872-1949

Otros usos

Hito

Reciclado

Museo de sitio

41

Tribunal de Santa Oficio

1872-1949

Otros usos

Hito, nodo

Reciclado

Museo de sitio

60

Palacio Legislativo (Congreso de la República)

1872-1949

Administrativo

Hito, nodo

Existente y en

funcionamiento

62

Escuela Nacional de Bellas Artes

1872-1949

Educación

Hito, nodo

Existente y en

funcionamiento

67

Hospicio Ruiz Dávila

1949-1990

Otros usos

Hito

Reciclado

Departamento administrativo perteneciente al Congreso

68

Compañía de Bomberos Roma

1872-1949

Otros usos

Hito, nodo

Existente y en

funcionamiento

91

I. E. San José de Artesanos

1949-1990

Educación

Existente y en

funcionamiento

106

Local de la Tercera Orden Franciscana

1949-1990

Religioso

Hito

Existente y en

funcionamiento

117

Mercado San Idelfonso

1990-2015

Comercio

Nodo

Existente y en

funcionamiento

31

Plaza de la Inquisición (Plaza Bolívar)

1535-1683

Espacio público

Hito, nodo

Existente y en

funcionamiento

113

Ensanche de la Avenida Abancay

1949-1990

Vial

Hito, nodo

Existente y en

funcionamiento

Elaboración propia sobre la base de la investigación “Impacto de los catalizadores urbanos en la transformación de los Barrios Altos (1535-2015)”, 2015.

Figura 14. Línea de tiempo de los catalizadores urbanos - barrio Casco Antiguo.

Elaboración propia sobre la base de la investigación “Impacto de los catalizadores urbanos en la transformación de los Barrios Altos (1535-2015)”, 2015.

Tabla 2. Potencialidades de los barrios aledaños al barrio Casco Antiguo.

Barrio La Buena Muerte

Barrio Santa Clara

Salud

BARRIO CASCO ANTINGUO

Vialidad

Educación

Religioso

Religioso

Espacio público

Espacio público

Espacio público

Residencia

Educación

Barrio La Concepción

Religioso

Barrio Santa Ana

Administrativo

Vialidad

Comercio

Religioso

Otros usos

Residencia

Comercio

Vialidad

Espacio público

Educación

Salud

Religioso

Educación

Comercio

Seguridad

Elaboración propia sobre la base de la investigación “Impacto de los catalizadores urbanos en la transformación de los Barrios Altos (1535-2015)”, 2015.

Figura 15. Plano de proceso catalítico del barrio Santa Ana.

Elaboración propia sobre la base del Plano Catastral de la Municipalidad de Lima, 2015.

Tabla 3. Clasificación de los catalizadores urbanos del barrio Santa Ana

Catalizador urbano

Periodo

Tipología arquitectónica

Carácter urbano

Catálisis urbana

15

Iglesia Santa Ana

1535-1683

Religioso

Hito, nodo

Existente y en funcionamiento

16

Iglesia Descalzas de San José

1535-1683

Religioso

Hito, nodo

Existente y en funcionamiento

28

Hospital Santa Ana

1535-1683

Salud

Reciclado

Hospital de la Maternidad de Lima

29

Hospital Real San Andrés

1535-1683

Salud

Hito

Reciclado

Actual sede de la Escuela Taller de Lima

30

Hospital San Bartolomé

1535-1683

Salud

Hito

Reciclado

Parte de sus instalaciones son parte de los centros médicos Pérez Carranza y Patrucco Puig

39

Colegio de Medicina San Fernando

1684-1872

Educación

Reciclado

Parte de sus instalaciones es la actual comisaria San Andrés, la otra parte fue demolida para construir el I. E. Héroes del Cenepa

72

Cine Delicias

1872-1949

Recreación

Demolido

Parte de sus instalaciones es la actual comisaria San Andrés, la otra parte fue demolida para construir el I. E. Héroes del Cenepa

73

Teatro Unión

1872-1949

Recreación

Hito

Reciclado

Depósito comercial

74

Cine Francisco Pizarro

1872-1949

Recreación

Hito

Fuera de funcionamiento

75

Hospital de la Maternidad de Lima

1872-1949

Salud

Hito, nodo

Existente y en funcionamiento

76

Comisaria San Andrés

1872-1949

Seguridad

Nodo

Existente y en funcionamiento

96

I.E. Héroes del Cenepa

1990-2015

Educación

Hito, nodo

Existente y en funcionamiento

108

Centro de salud Pérez Carranza

1949-1990

Salud

Existente y en funcionamiento

118

Centro de salud Raúl Patrucco Puig

1990-2015

Salud

Existente y en funcionamiento

33

Plaza Italia

1535-1683

Espacio público

Hito, nodo

Existente y en funcionamiento

Elaboración propia sobre la base de la investigación “Impacto de los catalizadores urbanos en la transformación de los Barrios Altos (1535-2015)”, 2015.

Tabla 4. Potencialidades de los barrios aledaños al barrio Santa Ana

Barrio La Buena Muerte

Barrio Santa Clara

Salud

BARRIO SANTA ANA

Vialidad

Educación

Religioso

Religioso

Espacio público

Espacio público

Recreación

Residencia

Salud

Barrio La Concepción

Espacio público

Barrio Cocharcas

Comercio

Educación

Vialidad

Educación

Religioso

Religioso

Religioso

Seguridad

Residencia

Residencia

Salud

Espacio público

Barrio del Chirimoyo

Barrio El Carmen

Vialidad

Educación

Religioso

Residencia

Residencia

Elaboración propia sobre la base de la investigación “Impacto de los catalizadores urbanos en la transformación de los Barrios Altos (1535-2015)”, 2015.

Figura 16. Línea de tiempo de los catalizadores urbanos - barrio Santa Ana. Elaboración propia sobre la base de la investigación “Impacto de los catalizadores urbanos en la transformación de los Barrios Altos (1535-2015)”, 2015.

Figura 17. Vista del cuartel Santa Catalina, donde se muestran uno de los cuatro torreones y la torre de madera.

Recuperado de https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/b/b7/FuerteSantaCatalina1902.jpg/300px-FuerteSantaCatalina1902.jpg

Figura 18. Plano de proceso catalítico del barrio Santa Catalina. Elaboración propia sobre la base del Plano Catastral de la Municipalidad de Lima, 2015.

Tabla 5. Cuadro específico de los catalizadores urbanos del barrio Santa Catalina

Catalizador urbano

Periodo

Tipología arquitectónica

Carácter urbano

Catálisis urbana

5

Colegio San Pedro Nolasco

1535-1683

Educación

Demolido, reciclado

Después del terremoto de Lima, parte de su edificación desaparece. Hoy solo existe una capilla, comercio y vivienda.

97

Colegio José del Carmen Marin Arista

1949-1990

Educación

Hito

Existente y en funcionamiento

104

Cine Bolívar

1949-1990

Recreación

Hito, nodo

Reciclado

Actual Centro Comercial

105

Cine América

1949-1990

Recreación

Hito, nodo

Reciclado

Actual Centro Comercial

18

Iglesia Monasterio Santa Catalina

1535-1683

Religioso

Hito, nodo

Existente y en funcionamiento

45

Iglesia Monasterio Santa Teresa

1684-1872

Religioso

Hito

Demolido

Ensanche de la avenida

Abancay

109

Penal San Jorge

1949-1990

Seguridad

Hito

Existente y en funcionamiento

51

Cuartel de Santa Catalina

1684-1872

Seguridad

Hito, nodo

Reciclado

Actual Centro Comercial

58

Prolongación de la Av. Nicólas de Pierola

1684-1872

Vial

Nodo

Existente y en funcionamiento

Elaboración propia sobre la base de la investigación “Impacto de los catalizadores urbanos en la transformación de los Barrios Altos (1535-2015)”, 2015.

Tabla 6. Potencialidades de los barrios aledaños al barrio Santa Catalina

Barrio del Chirimoyo

Barrio El Carmen

Educación

Barrio Santa Catalina

Residencial

Residencia

Religioso

Educación

Vialidad

Barrio Santa Clara

Espacio público

Barrio Cocharcas

Vialidad

Religioso

Vialidad

Religioso

Residencia

Religioso

Residencia

Residencia

Espacio público

Salud

Salud

Espacio público

Educación

Educación

Comercio

Comercio

Seguridad

Seguridad

Elaboración propia sobre la base de la investigación “Impacto de los catalizadores urbanos en la transformación de los Barrios Altos (1535-2015)”, 2015.

Figura 19. Línea de tiempo de los catalizadores urbanos - barrio Santa Catalina.

Elaboración propia sobre la base de la investigación “Impacto de los catalizadores urbanos en la transformación de los Barrios Altos (1535-2015)”, 2015.