doi: https://doi.org/10.21754/devenir.v10i20.1940

Actas del I Congreso Internacional de Arquitectura Andina Arquitectos y arqueología. “En homenaje a Emilio Harth-Terré” I CIAA PERÚ 2019

Miguel Guzmán Juárez (ED.)

FONDO EDITORIAL DE LA UNIVERSIDAD RICARDO PALMA, pERÚ, 2022.

reseña DE Carlos Guzmán García.

La constancia del arquitecto Miguel Guzmán, que resulta en esta publicación ”Actas del I Congreso Internacional de Arquitectura Andina. Arquitectos y arqueología. “En homenaje a Emilio Harth-Terré””, me remonta a 1987, cuando en forma similar, el antropólogo Víctor Rangel organizó el “I Simposium “Arquitectura y Arqueología. Pasado y futuro de la construcción en el Perú” en el que participaron arqueólogos de la talla de Walter Alva, Ruth Shady, Alberto Bueno, Alfredo Narváez, Mercedes Cárdenas, Elisabeth Bonnier, Lorenzo Samaniego y el restaurador Ricardo Morales y arquitectos como Carlos Williams, Víctor Pimentel, Santiago Agurto, José Pineda, Carlos Milla, José Beingolea y otros, evento en el que tuve el privilegio de participar y coincidentemente por parte de los arquitectos, le rendimos homenaje a Harth-Terré, a cargo de Beingolea.

El “I Congreso Internacional de Arquitectura Andina” (I CIAA) se realizó entre el 4 y 8 de noviembre de 2019 y contó también con arqueólogos como Stella Nair, Peter Kaulicke, Ruth Shady, Giuseppe Orefici, Carlos Wester, Walter Tosso, Luis F. Villacorta, Juan P. Villanueva y Héctor Walde y arquitectos como Miguel Guzmán, Alfio Pinasco, Adine Gavazzi, José Canziani, Alfredo Lozano, Germán Zecenarro y Carlos Alvino entre otros. El libro se divide en tres secciones: Conferencias magistrales, Conferen­cias invitadas y Ponencias.

La primera sección, podría titularla Territorio, adecuación, centros poblados y arquitectura. Las conferencias en conjunto nos dan una visión de geografía andina con características particulares en diferentes regiones del Perú. Unos 5,800 a.C., apareció la arquitectura pública, con componentes básicos iniciales: plaza delante de una plataforma con escalera central para subir a su parte alta.

Luego, en el gran centro ceremonial de los nascas, Cahuachi, predominaron las pirámides escalonadas interrelacionadas por plazas y corredores integradores. Pachacámac, contaba con estructuras plazas y calles que tienen relación y alineamientos con los cuerpos celestes, que tendrían características de señalizador calendárico monumental. Chinchero, utilizó la plaza como espacio principal, rebelando un elaborado funcionamiento para el desarrollo de rituales.

Complementariamente es importante el levantamiento arquitectónico de edificaciones, templos y áreas geográficas amplias, para esto se vienen desarrollando herramientas informáticas con modelos 3D que procesan aspectos constructivos, arquitectónicos, geográficos y otros. En la actualidad tenemos problemas de sostenibilidad territorial, y en parte se debe al descuido y desconocimiento de su manejo ancestral, los sitios prehispánicos merecen ser conservados y defendidos de su destrucción ante la expansión urbana o agrícola.

La segunda sección, de los Conferencistas invitados, tiene temas diversos. El primero se centra en trabajos de arquitectura arqueológica prehispánica hechos por arquitectos peruanos, propone tres períodos.

El inicial, de los pioneros, entre 1919 y 1970. Sin duda los Emilio Harth-Terré y Hector Velarde, a pesar de sus diferentes posiciones, marcan el inicio de las publicaciones hechas por arquitectos sobre arquitectura prehispánica: “Colccahuasi: Ruinas arqueológicas en el valle de Lunahuaná” (Harth-Terré 1921) y “Arquitectura peruana” (Velarde 1946). Como dato curioso agrego que Fernando Belaunde en su revista “El Arquitecto Peruano” (publicada entre 1937 y 1977) que divulgaba la arquitectura vanguardia de su época, no descuidó la precolombina. El mismo Luis Miró Quesada, máximo impulsor del movimiento moderno en el Perú con la agrupación “Espacio” (1947), dirigió en 1956-57 el “Estudio de rehabilitación urbanística de la metrópoli de Chan Chan”.

El segundo período, de 1970 a 1989, arquitectos que generan aportes, en varios casos con la coparticipación de arqueólogos y el tercer período (1988-2019) de la profusión de los arquitectos en trabajos de arquitectura arqueológica y territorio prehispánico.

Los otros temas de esta segunda sección, empiezan con Chornancap en Lambayeque, que cuenta con un importante trono junto a una sacristía y espacio para festines, mientras que al sur una residencia con altares conectados por un ambiente con diseño figurativo en planta con forma de greca (ola) y el símbolo escalonado (montaña). Para el Cusco, se propone la función de ushnu a la estructura encontrada debajo de la calle Mantas. En la selva, se estudia la cosmovisión y particular ocupación lineal del grupo Tupi-Kukama, dentro de la Reserva Nacional Pacaya Samiria (Loreto).

La última sección, sobre las Ponencias presentadas, es la más amplia y diversa. Se divide en siete simposios temáticos: Teoría, métodos e historiografía, Antropología y religión, Arte y diseño, Territorio, paisaje y asentamientos, Tecnologías, Cosmología y astronomía, Conservación y gestión del patrimonio. Temas variados, como sus especialistas: arquitectos, arqueólogos y antropólogos de diferentes países. No solo tocan el patrimonio prehispánico, también el virreinal.

La publicación de las actas del I CIAA, demuestra el interés de los participantes sobre el patrimonio arquitectónico y paisaje ancestral que hemos heredado. Representan un firme inicio de reencuentro entre arquitectos y arqueólogos, ya que, en mayo de 2023, se dio el exitoso II CIAA en Quito-Ecuador, mientras que ya se prepara el III CIAA, a realizarse en La Paz-Bolivia.