El libro que reseñamos constituye sin duda alguna una esperada y valiosa contribución a la historiografía arquitectónica peruana, en lo referente a la obra del Arq. Emilio Harth-Terré (1899 - 1983).

Su publicación llena un vacío que difícilmente podría haber cubierto otro intelectual que no fuese el arquitecto Leonardo Mattos-Cárdenas. Él no solo fue su asistente en las lecciones de Historia de la Arquitectura Peruana Prehispánica y Colonial, que enseñaba en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Ingeniería, sino un colaborador y amigo con quien compartió proyectos y obras entre 1967 y 1971. A pesar de que Mattos-Cárdenas se ausentó del Perú para realizar sus estudios de posgrado, mantuvo estrecha relación con su maestro. La cercanía con su producción, su relación con la familia y el acceso a los archivos le permitió, acceder y heredar numerosos planos, estudios, fotografías inéditas y documentos personales, los cuales otorgan mayor interés a su obra escrita. La introducción pone en relieve y perspectiva histórica a la trayectoria profesional de Harth-Terré. Así, este libro narra a lo largo de cuatro capítulos las vicisitudes de la obra del arquitecto, sustentándolas y buscando legitimarlas con plena identificación, gesto que respetamos y que seguramente será materia de diálogo y debate.

El primer capítulo hace referencia a la vida personal del arquitecto y la relación que mantuvo con el autor del libro. Está ilustrado con cartas de los años 60 y 70 del s. XX.

El segundo capítulo se ocupa de la concepción que tuvo el arquitecto sobre la ciudad de Lima antes de su fundación española, y está acompañado de esquemas y planos de la cuadrícula fundacional, y su interpretación de la Plaza Mayor alrededor de 1535. Se incluyen además sus investigaciones sobre las primeras iglesia y catedral de Lima.

“Harth-Terré en su Época” es el título del tercer capítulo, donde se esboza un panorama del período durante el cual el arquitecto desarrolló su actividad profesional. Al referirse a la tercera década del siglo pasado, el autor narra que el arquitecto fue nombrado asesor técnico de la comisión del IV Centenario de la Fundación Española del Cusco en 1934, época en que se buscaba un vocabulario común que diese identidad y continuidad a la historia del Perú, como neoperuano o neocolonial, los cuales no acuñó pero sí impulsó tenazmente. También refiere su temprano interés por el embellecimiento y desarrollo de Lima. Del mayor interés es el subcapítulo titulado “Mutaciones del Espacio Central”. Valiéndose de planos, apuntes a mano alzada, grabados y fotografías, Mattos-Cárdenas hace un pormenorizado recuento de las modificaciones realizadas en la Plaza de Armas de Lima, desde que en 1577 se labró la parte final de la pila hasta las discusiones por la traslación del monumento de Pizarro en los años 70 del siglo pasado, citando las interpretaciones, opiniones y participación directa de Harth-Terré.

El último capítulo del libro está referido a la intervención de Harth-Terré en los proyectos y modificaciones llevados a cabo en la Plaza de Armas de Lima. Sus aproximaciones al tema se remontan a 1938, cuando mandó preparar dibujos de la portada colonial y otros elementos del Palacio de Gobierno antes de su demolición, cuyas imágenes se muestran en el libro. Se ocupó también de los estudios de la catedral cuando fue nombrado director técnico de la restauración (1941-1944), y reconocido como obrero mayor de la Catedral de Lima, reviviendo una tradición colonial vigente durante la construcción de las catedrales de Cusco y Lima. Se describe también su intervención en la iglesia de El Sagrario, a raíz del terremoto de 1940. Tomando como referencia un grabado de 1858 y fotografías de esa época realizó un proyecto hipotético para reconstruir la portada desaparecida y la fachada en su conjunto. Se incluye un estudio sobre los trazos reguladores que según Harth-Terré se aplicaron para componer los edificios coloniales. Él mismo aplicó esos principios en la fachada del reconstruido Palacio Municipal de Lima (1939), en asociación con el arquitecto José Álvarez Calderón. Autoridades y arquitectos de las comisiones del Consejo Nacional de Urbanismo del Ministerio de Fomento, junto a los proyectistas ganadores, decidieron sobre el nuevo alineamiento de las galerías del Portal de Escribanos las características de los balcones y otros detalles de esa concepción neocolonial. También se incluye una reseña sobre la reconstrucción del resto de la Plaza de Armas de Lima, con valiosa documentación gráfica. Harth-Terré siempre estuvo vinculado al tema, asesorando a las comisiones o publicando sus opiniones sobre la remodelación de las nuevas fachadas en torno a la plaza y la incorporación de balcones de doble altura que le otorgaban monumentalidad. Al respecto, el arquitecto José García Bryce afirmó que “la modernización de la Plaza de Armas, cuyas consecuencias deben considerarse negativas porque comportó la demolición de los portales construidos en los siglos XVI y XVII y de los balcones republicanos para sustituirlos por edificios nuevos, restándole así la autenticidad…” (1980, p. 145)1.

La parte final del libro incluye una bibliografía que contiene una lista de 145 artículos escritos por Harth-Terré, publicados en su mayoría en periódicos y revistas de Lima (1918-1978), mostrando su pasión por la investigación histórica y por compartir sus conocimientos. El libro de Leonardo Mattos-Cárdenas abre la posibilidad de un debate técnico y documentado sobre los importantes temas que desarrolla con tanto empeño.

1. García Bryce, J. (1980). Historia del Perú: Tomo IX. La arquitectura en el Virreinato y la República. Lima, Perú: Juan Mejía Baca.